Perú abre Machu Picchu solo para cumplir el sueño de un turista japonés
Los lugareños lo habían bautizado como «el último turista de Machu Picchu», pues durante todo este tiempo, desde que inició la cuarentena, era el único extranjero que quedaba en el pueblo esperando la reapertura del sitio arqueológico.
El ministro de Cultura de Perú, Alejandro Neyra, informó ayer que Jesse Takayama, de 26 años, realizó «un pedido especial» después de quedar varado desde mediados de marzo en la localidad cercana de Aguas Calientes. Las declaraciones se llevaron a cabo a través de una videoconferencia con la prensa extranjera, reporta Reuters.
«El ciudadano japonés ha ingresado junto con nuestro jefe del parque para que pueda realizar esto antes de volver a su país», comentó el ministro, y señaló que Takayama había llegado al país latinoamericano «con el sueño de poder entrar». De hecho, el joven ya contaba con su boleto de ingreso comprado en marzo.
El plan inicial del joven era permanecer en Perú solo durante tres días para conocer la ciudad inca. Sin embargo, su estadía se prolongó más de lo esperado debido al cierre impuesto por las autoridades para contener el brote de covid-19. «Esto es muy increíble, ¡gracias!», agregó Takayama.
Por su parte, Neyra comunicó que el sitio arqueológico permanecerá cerrado hasta noviembre, aunque aún no hay una fecha establecida para la reapertura. No obstante, adelantó que el lugar estará habilitado para turistas nacionales y extranjeros pero con un aforo del 30 % de su capacidad o 675 personas por día.
Asimismo, el funcionario aseguró que el 15 de octubre se reanudará también el ingreso en al menos 20 museos o centros arqueológicos en el país, previa cita y con un aforo del 50 % de su capacidad. Entre estos se encuentran la ciudad de barro Chan Chan en el norte del país.
«Estamos aún en medio de una pandemia», comentó Neyra. «Va hacerse con todos los cuidados necesarios y de manera gratuita» a manera de «marcha blanca» o prueba de reapertura, agregó.
Perú es cuna de centenares de milenarios centros arqueológicos, como las misteriosas líneas de Nasca, dibujadas en un desierto costero hace más de 1.500 años, la misma que será abierta el próximo 10 de noviembre, refirió el ministro.