La misión de la NASA para poner una estrella artificial en órbita terrestre
Esta estrella artificial permitirá a los científicos calibrar telescopios y medir con mayor precisión el brillo de las estrellas, desde las más cercanas hasta las distantes explosiones de supernovas en galaxias lejanas.
La misión espacial Landolt de la NASA tiene como objetivo enviar un satélite que simula una estrella artificial en órbita alrededor de la Tierra para principios de 2029, según informó Peter Plavchan, astrónomo de la Universidad George Mason en Virginia y principal investigador de la misión.
«El satélite será aproximadamente del tamaño de una caja de zapatos y estará equipado con ocho láseres que le permitirán imitar casi cualquier tipo de estrella o supernova del cosmos cuando sea observado por telescopios terrestres», detalló Plavchan. «Esto ayudará a los astrónomos a mejorar su estudio de las versiones reales de estos objetos».
La estrella artificial se colocará exactamente a 35.785 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, según un comunicado de los investigadores. Esto situará al satélite en una órbita geoestacionaria alrededor de nuestro planeta, lo que significa que su velocidad coincidirá con la rotación de la Tierra, por lo que parecerá estar fijo en el cielo nocturno.
«Durante el primer año de la misión, este punto fijo estará sobre los EE.UU.», indicó Plavchan.
Sin embargo, eso no significa que todos puedan ver la nueva estrella en el cielo nocturno.
«Será demasiado tenue para ser vista a simple vista, pero será fácil de observar con telescopios de tamaño moderado equipados con cámaras digitales», explicó el astrónomo.
La nueva misión lleva el nombre del fallecido Arlo Landolt, quien ayudó a crear extensos catálogos de brillo estelar. La NASA dio oficialmente luz verde a la misión en febrero, pero solo se anunció al público hace unos días.
El proyecto contará con un equipo de aproximadamente 30 personas y se estima que costará alrededor de $19.5 millones de dólares.
Objetivo de la misión Landolt
El objetivo principal de Landolt es ayudar a los astrónomos a calcular la calibración absoluta del flujo de estrellas distantes. Esta es la medición de la tasa de partículas de luz —o fotones— emitidas por las estrellas, algo que actualmente es difícil de determinar con precisión. Esto se debe en parte a que la interferencia atmosférica altera la luz observada por telescopios terrestres, y también porque no existen puntos de referencia reales para la calibración del flujo absoluto, aparte del Sol.
Debido a que los investigadores pueden controlar la emisión de fotones de su satélite artificial, la estrella falsa proporcionará un punto de referencia fiable para que los telescopios lo comparen con estrellas reales. Esto debería ayudar a los astrónomos a determinar la capacidad de flujo absoluto de una estrella con una precisión de alrededor del 0.25 % de su valor verdadero, lo que es aproximadamente 10 veces más preciso que las estimaciones actuales.
Cuatro telescopios terrestres se han designado para centrarse en la estrella artificial: el telescopio de 0.8 metros de la Universidad George Mason, el telescopio UH88 en los Observatorios de Mauna Kea en Hawái, el telescopio Hale en el Observatorio Palomar en California y el próximo Observatorio Vera C. Rubin, que actualmente está en construcción en Chile y comenzará a escanear el cielo el próximo año.
«Es raro que una misión espacial implique tecnologías de superficie y orbitales que se vinculen de esta manera», comentó Plavchan. «Este es el primer ejemplo moderno de lo que se considera una misión híbrida que requiere el uso de instalaciones tanto en tierra como en el espacio trabajando juntas para hacer mediciones».
El equipo de Landolt cree que poder medir con mayor precisión el brillo y la distancia de las estrellas traerá enormes beneficios para múltiples campos de la astronomía. Por ejemplo, podría ayudar a detectar más exoplanetas alrededor de estrellas lejanas, así como a determinar la edad de una estrella y cómo otras similares han evolucionado con el tiempo.
Otro objetivo importante es ayudar a los astrofísicos a estudiar la energía oscura y determinar con precisión la tasa de expansión del universo, uno de los mayores problemas de la cosmología actual.
Fuente: GM University/LSci. Edición: MP.