INFRAMUNDO MAYA
Buenas catrineros , aquí os traemos un articulo dedicado otra vez a la teoría de la tierra hueca, esta vez nos adentrámos en el enigmático inframundo maya, el cual fue cerrado por los teotihuacanos hace 1,800 años, está a 14 metros de profundidad debajo del Templo de la Serpiente Emplumada, con orientación de oeste a este, la misma dirección en que se encuentra la entrada al inframundo, según relatan algunas culturas mesoamericanas, como la maya en el Popol Vuh.
Actualmente Allí, desde la superficie, un georradar escanea con ondas electromagnéticas el subsuelo, buscando el pasaje oculto que llevaría a las cámaras donde
podrían encontrarse los restos de los gobernantes de Teotihuacán, un misterio que espera a ser desvelado. Hasta ahora se han extraído con palas y cubetas más de 200 toneladas de piedra y tierra, y se ha encontrado una ruta de símbolos; se ha avanzado 10% en la exploración del túnel, que mide entre 100 y 120 metros. El georradar, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas
de la Universidad Nacional Autónoma de México, ha localizado pedazos de cerámica, huesos, piedras, agua y huecos; trozos de restos de ofrendas. Una cámara de video en 3D hace tomas para construir con ellas recreaciones del túnel que permitan paseos virtuales o formen parte de un museo, aunque se requiere un escáner-láser para analizar a detalles las condiciones de las paredes del pasaje y evaluar la posibilidad de derrumbes. El encargado de manejar el equipo proporcionado por la UNAM es Víctor Manuel Velasco Herrera, del Instituto de Geofísica, la excavación es dirigida por el especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Sergio Gómez Chávez. El túnel
fue descubierto por casualidad luego que en 2003 las lluvias abrieran un pequeño hueco en el suelo a unos pocos metros de la entrada a la pirámide. La excavación en el Templo de la Serpiente Emplumada se centró en el largo túnel, de unos trescientos treinta metros, que pasa por debajo de la estructura de seis niveles. Se localizó una calzada de casi cien metros de largo. Los especialistas han hallado varios templos en estos espacios subterráneos de cuevas y cenotes
(ríos sagrados) que, según el Popol Vuh, el libro de la mitología maya, conducía al mundo de los muertos, concebido como un espacio acuoso con casas. Los arqueólogos creen que los espacios de culto hallados, que son construcciones muy elaboradas ubicadas en algunos casos en espacios de muy difícil acceso, como hoyos de hasta 40 metros, tenían como objeto reverenciar a Xibalbá. Dentro de una de las cuevas se localizó una calzada de casi cien metros de largo, bien cimentada, similar a las del enclave maya de Chichen Itzá, considerado uno de los centros de esta cultura en la
antigüedad. La calzada gira hacia donde se halla un cuerpo de agua, donde se encuentra una columna de estalactitas y estalagmitas que se asemeja a una ceiba, el árbol de la vida para los mayas. El camino termina en tres plataformas que llegan al agua. El patrón es similar al de la Cueva de Balakanché, en Chichén Itzá. Se hallaron restos óseos humanos y ofrendas funerarias. Varias de las cuevas presentan una especie de portal natural tapiado con piedras labradas, con un pequeño acceso que no llega al metro de altura. En estos espacios se hallaron restos óseos humanos y ofrendas funerarias, entre ellos una vasija de hace 1.900 años. Hasta el momento, se
han encontrado 14 de estos sitios con elementos rituales. El hallazgo parece confirmar lo asentado sobre las creencias mayas en fuentes históricas como el Popol Vuh, de acuerdo al INAH. Las investigaciones se ampliarán para explorar los vestigios del culto subterráneo. En crónicas de 1562 sobre la persecución de la idolatría tras la conquista española se mencionan 17 cuevas y cenotes donde se efectuaban ritos mayas, de los que nueve han sido localizados por los arqueólogos.Kukulcán, en la mitología maya, es un dios cuyo nombre significa “Serpiente Emplumada”. Para los mayas “kukul” significa sagrado o divino y “can” significa serpiente. Para los teóricos de los antiguos astronautas este Dios (el mismo Quetzalcoatl de
los aztecas) proviene de la cultura tolteca, para otros proviene de la cultura olmeca. En todo caso su origen es muy anterior a los mayas y está presente en toda América Central. Entre los
restos arqueológicos de Chichén Itzá se le puede observar como una serpiente que desciende en los vértices del edificio en forma de columnas de aire durante los dos solsticios. Fue una deidad rápidamente asimilada por la aristocracia, a pesar que se incorporó al panteón maya en una época tardía. Aparece como una de las divinidades creadoras bajo el nombre de Gucumatz, y como deidad de los vientos con el nombre de Ehecatl en la estela 19 de Ceibal. En Chichén Itzá fue conocido como el “Lucero del Alba”. Alcanzó especial trascendencia
en la península, de Yucatán, en donde su nombre fue utilizado por muchos gobernantes para legitimar sus poderes y alcanzar mayor prestigio. Kukulcán es el nombre Maya de Quetzalcóatl, personaje importante en el Periodo Postclásico de los mayas, en el libro sagrado Popol vuhse le conoce como “GUKUMATZ”. En cuanto a sus diferencias con respecto a Quetzalcoatl, parece que muchas de ellas se debían a las diferencias climáticas entre ambas regiones. Para los aztecas, Quetzalcoatl no sólo era el Señor del Sol, sino el propio Dios-Sol del país. Kukulcán además tiene los atributos de un Dios-Trueno. En el clima tropical de Yucatán y Guatemala, el Sol al mediodía parece dibujar las nubes de su alrededor con formas serpenteantes; de éstas emanan el trueno, la luz y la lluvia, por lo que Kukulcán parecería haber atraído a los mayas más como un dios del cielo que como un dios de la propia atmósfera, a pesar que muchas veces las estelas del Yucatán representan a Kukulcán con el aire saliendo de su boca, como muchas representaciones mexicanas de Quetzalcoatl.
Kukulcán, del que hablan los arqueólogos, es la deidad que más frecuentemente aparece en los manuscritos del Códice de Dresde y otros. Tiene la nariz larga y truncada, como la de un tapir, y en él se encuentran todos y cada uno de los signos de un dios de los elementos. Camina sobre el agua, maneja antorchas ardientes y se sienta en el árbol cruciforme de los cuatro vientos que con tanta frecuencia aparece en los mitos americanos. Evidentemente es un dios del cultivo y héroe, puesto que se le ve plantando maíz, llevando herramientas y continuando un viaje, hecho que establece su conexión solar. Según las crónicas mayas, Kukulcán, al igual que Quetzalcoatl, es el conquistador que llegó a Yucatán por el mar desde el Oeste, hacia finales del siglo XV, y se convirtió en caudillo y fundador de su civilización. De la fusión de los dos mitos, Kukulcán aparece como el señor del viento porque rige y gobierna la nave que le condujo a Yucatán y al pueblo que fundó. Uxmal, conocida como “la tres veces construida”, es una de las ruinas mayas cuya arquitectura es de las más majestuosas de Yucatán. Su belleza se caracteriza por tener
palacios bajos y horizontales, colocados alrededor de patios o cuadrángulos, los cuales son ricos en decorados de esculturas muy detalladas elaborados con miles de pequeñas piedras perfectamente pulidas y ajustadas formando mosaicos geométricos de una perfección no igualada en toda la zona maya. Según los teóricos de los antiguos astronautas existe una investigación arqueológica, dónde se da a conocer el resultado de un descubrimiento , dicho informe narra cómo se encontró en Guatemala una civilización Maya que floreció 1000 años
antes del mundo Maya hasta ahora conocido , en éste lugar se encuentra la ciudad más grande de los Mayas “CUENCA EL MIRADOR” considerada cómo la Jerusalén de los Mayas, y la cuna de esta gran civilización con las pirámides más grandes y más antiguas de los Mayas, algunas de ellas son las pirámides El tigre, La muerta , Los Monos entre otras., y la más grande es LA DANTA con 172 metros de altura que actualmente está en proceso de “restauración” , además de encontrar un mural Maya que narra la creación del mundo según la mitología Maya , él mural de 10 metros qué aún conserva los colores, es considerado por los arqueólogos cómo la capilla Sixtina de los Mayas. Enterrado en un profundo túnel de la selva de Guatemala, un grupo de arqueólogos ha descubierto este mural maya de más de 2.000 años de antigüedad, comparado por su descubridor con la Capilla Sixtina. El arqueólogo William Saturno, de la Universidad de New Hampshire, fue el primero en descubrir el mural en las ruinas de la ciudad de San Bartolo
en Guatemala. La pared oeste del cuarto subterráneo, retrata el mito de la creación maya y la coronación de un rey, con más colores y una pintura más fina y elaborada que en los trabajos conocidos hasta ahora. “Fue como descubrir la Capilla Sixtina, dijo Saturno en una teleconferencia. “Es como conocer solamente el arte moderno y después encontrar por sorpresa el dedo de Dios tocando la mano de Adán”, agregó. El mural (de 9 metros por 90 centímetros) forma parte de una escena que muestra el nacimiento, la muerte y la resurrección del hijo del dios del maíz retratado en cuatro ocasiones con diferentes animales,
ofreciendo un sacrificio de sangre de sus genitales. El flamante rey maya está retratado al final del mural. Coloreados con tonos azules grisáceos, naranja y tonalidades color carne, los diseños de la pared oeste sugieren que se trata del centro de una habitación, probablemente utilizada como un sitio de preparación para las ofrendas reales. Saturno dijo que San Bartolo es más viejo que las famosas ruinas de Tikal, pero en su apogeo se asemejaban en el tamaño. Satunsat Es un curioso edificio hallado en las ruinas de Oxkintok, en el norte de la península del Yucatán, y que no tiene igual en el mundo maya; formado por un laberinto de piedra con tres pisos conectados entre sí por escaleras interiores,
se supone que representa el camino de bajada al Inframundo. Se cree que la persona que se internaba en él, experimentaba una especie de “muerte ritual”, entrando en comunicación con sus antepasados y con los dioses, renaciendo finalmente con una nueva fuerza y con extraordinarios conocimientos adquiridos durante el fantástico viaje. Este rito iniciático de descenso a los infiernos suponía una catarsis para los gobernantes de la ciudad o los sacerdotes y, actualmente, para ciertos chamanes y curanderos que buscan en su interior revelaciones sobrenaturales. Ahauab de Xibalbá (Los Señores de la Noche) Con esta denominación se conocen a los Señores del Infierno, asistentes directos de los Señores Principales, Hun-Camé y
Vucub-Camé, los padres y soberanos del Inframundo. Los Señores Infernales más conocidos son: Ahalcaná, “El que Hace la Aguadija” y Ahalpuh, “El que Labra las Materias”, cuyo oficio era hinchar a los hombres, producirles materias purulentas en las piernas y causarles amarillez en sus rostros; Ahalmez, “El que hace la Basura”, y Ahaltocob, “El que causa la Miseria”, que tenían por oficio punzar a los hombres para que les sucediera el mal y murieran boca abajo, en la puerta de su casa o detrás de ella; Cuchumaquic, “La Sangre Junta”, y Xiquiripat, “La Angarilla Voladora”, cuyo oficio era causar
los derrames de sangre en los hombres; Chamiabac también llamado “Vara de Hueso” y Chamiaholom la “Vara de Calavera”, eran los Alguaciles del Infierno, su oficio era enflaquecer a los hombres hasta que se quedaran en los huesos y murieran con la piel del vientre pegada a la columna vertebral; otros Señores eran Patán y Quicxic, encargados golpear el corazón de los hombres causando la muerte repentina que se producía al echar sangre por la boca.
Fuente