MISTERIO

Expertos revelan finalmente los orígenes de los dragones galeses

La investigación arroja luz sobre los orígenes del símbolo del dragón en Gales, conectando directamente antiguos fósiles con las leyendas y la identidad cultural del país.

Dragones en Gales.

Izquierda: Representación artística del dragón rojo de la bandera de Gales (MysteryPlanet.com.ar). Derecha: Huellas encontradas en rocas del Triásico en el sur de Gales (Cindy Howells del Museo Nacional de Gales).

Hasta hace poco, la tierra de los dragones no tenía dinosaurios. Sin embargo, en los últimos diez años, se han reportado varios, sin que sus condiciones de vida fueran bien conocidas. Ahora, en un nuevo estudio realizado por un equipo de la Universidad de Bristol y publicado en Proceedings of the Geologists’ Association, se han revelado detalles importantes por primera vez.

Descubrieron que los primeros dinosaurios galeses, de hace más de 200 millones de años, vivían en una llanura tropical junto al mar. Se conocen huellas de dinosaurios en Barry y otros sitios cercanos, lo que demuestra que los dinosaurios caminaban por las cálidas llanuras.

El hallazgo se realizó en Lavernock Point, cerca de Cardiff y Penarth, donde los acantilados de lutitas y calizas oscuras documentan antiguos mares poco profundos. En varios niveles, hay acumulaciones de huesos, incluyendo restos de peces, tiburones, reptiles marinos y ocasionalmente, dinosaurios.

Vista del acantilado en Lavernock Point desde el extremo este de la playa. Crédito: O. Evans et al.; Proceedings of the Geologists’ Association, 2024.

«El lecho de huesos pinta el cuadro de un archipiélago tropical, sujeto a frecuentes tormentas que arrastraban material tanto de tierra como del mar hacia una zona de marea. Esto significa que, a partir de un solo horizonte fósil, podemos reconstruir un complejo sistema ecológico, con una diversa variedad de reptiles marinos como ictiosaurios, plesiosaurios y placodontos en el agua, y dinosaurios en tierra», explicó Owain Evans, exalumno de la maestría en paleobiología de Bristol, quien lideró el estudio.

«Visité la costa de Penarth toda mi vida, creciendo en Cardiff, pero nunca noté los fósiles. Luego, cuanto más leía, más asombroso se volvía. Geólogos locales habían estado recolectando huesos desde la década de 1870, y la mayoría de estos están en el Museo Nacional de Gales en Cardiff», añadió.

Impresión fosilizada de un hueso dentario, descrito por Newton (1899), de Stormy Down, en el sur de Gales (Formación Lilstock). Crédito: O. Evans et al.; Proceedings of the Geologists’ Association, 2024.

Cindy Howells, curadora de paleontología en el Museo Nacional de Gales, precisó que las colecciones de Lavernock «se remontan al siglo XIX», con muchas secciones del lecho de huesos recolectadas a lo largo de los años.

«La presencia de fósiles de dinosaurios en el sitio asegura que siga siendo una de las localidades más significativas para la paleontología en Gales», comentó Howells.

Dos descubrimientos realizados por el equipo durante el trabajo de campo en Lavernock fueron los restos fosilizados de un osteodermo de placodonto y un hueso gular de celacanto, los cuales ayudaron a construir una imagen más amplia de cómo habría sido el Rhaetiano (la última edad del Triásico Superior) en el Reino Unido.

Fotografías del sitio de los dos lechos de huesos en (A) Lavernock Point y (B) St Mary’s Well Bay. Crédito: O. Evans et al.; Proceedings of the Geologists’ Association, 2024.

«El volumen de restos de dinosaurios encontrados en Lavernock es extremadamente emocionante, y es una oportunidad para estudiar un período complejo y a menudo misterioso en su historia evolutiva. Hemos identificado los restos de un animal similar a un Plateosaurus grande, junto con varios huesos que probablemente pertenecieron a un terópodo depredador», describió el profesor Michael Benton, supervisor del proyecto perteneciente a la Escuela de Ciencias de la Tierra de Bristol.

Una sección significativa del estudio está dedicada a los abundantes microfósiles encontrados en el sitio, que incluyen dientes de peces, escamas y fragmentos óseos. Al examinar miles de especímenes, el equipo pudo identificar las especies clave en los mares poco profundos y determinar la importancia relativa de cada una.

Finalmente, se han establecido los orígenes de los dragones galeses.

Fuente: Bristol. Edición: MP.