¿Aparecerán Júpiter y Saturno como una sola estrella esta noche?
Júpiter y Saturno, los dos planetas más grandes de nuestro sistema solar, estarán muy juntos en la noche de este 21 de diciembre. ¿Pero se verán realmente como una sola y brillante estrella? ¿Tiene alguna relación con la llamada estrella de Belén? Respondemos esas y otras preguntas aquí.
Varias personas han compartido en Facebook artículos —con poca seriedad científica, cabe destacar— que dicen que Júpiter y Saturno pronto se alinearán y crearán una «estrella de Navidad». ¿Es esto cierto?
La respuesta corta aquí es que Júpiter y Saturno ciertamente estarán, desde nuestra perspectiva, extremadamente cerca uno del otro. Pero a pesar de esto, si no tienes grandes problemas de la vista, lo percibirás correctamente como dos planetas. ¡Y será espectacular verlos!
¿Pero por qué insisten que se verá como una estrella?
Primero hay que aclarar que el fenómeno de la Gran Conjunción sucede cada 20 años por razones que ya explicamos hace meses AQUÍ. En algunos medios hablan de 800 años o varios siglos en referencia a que este evento EXACTO, estos dos planetas, tan cerca y en esta parte del cielo, no ha tenido lugar en siglos.
La conjunción previa Júpiter-Saturno fue en el año 2000. Pero estas conjunciones no son todas iguales. La gran conjunción 2020 de Júpiter y Saturno será la más cercana desde 1623 y la más cercana observable desde 1226 (de allí lo de 800 años). También la conjunción extra cercana de Júpiter-Saturno de 2020 no volverá a repetirse hasta el 15 de marzo de 2080.
No obstante, y como veremos más adelante, poco y nada tiene que ver con la «estrella de Belén».
¿A dónde mirar y a qué hora para ver la conjunción?
Júpiter y Saturno aparecerán en el cielo occidental después del atardecer para todos nosotros, pero, dicho esto, las condiciones exactas de nuestro cielo variarán, la altura de los planetas sobre el horizonte variará y los planetas mismos, siempre en movimiento, aparecerán en diferentes distancias de separación.
Nuestra vista varía igualmente. Una persona con problemas de visión podría verlos como una sola estrella, mientras que una persona que esté junto a ellos, con una vista regular o muy buena, seguramente podrá distinguir fácilmente un cuerpo celeste de otro, técnicamente separados por 0.1 grados o 6 minutos de arco (por lo que NO, no se verá como una sola estrella a menos que el observador tenga problemas de vista).
On 21 December Jupiter and Saturn will be at their closest separation in the sky since 1623, at just 0.1° apart! In this new to-scale animation I follow the mid-point between them in the sky #GreatConjunction2020 pic.twitter.com/KXJVBn2KDz
— Dr. James O’Donoghue (@physicsJ) December 19, 2020
Las condiciones atmosféricas en el área de observación también influirán; mucha oscuridad cerca del horizonte podría distorsionar la visión del fenómeno.
Otro factor que podría influir sería la conocida como «ilusión de la Luna», un fenómeno psicológico que hace que nuestro satélite se vea más grande cuando está cerca del horizonte. La ilusión de la Luna también funciona para las estrellas y constelaciones: una común, conocida por muchos, es la apariencia extra grande de la constelación de Orión cuando regresa al cielo antes del amanecer a finales de julio y principios de agosto.
La ilusión de la luna afectará a Júpiter y Saturno el 21 de diciembre, mientras miramos hacia ellos descendiendo en el crepúsculo occidental, por lo que podrían verse más juntos de lo que en realidad están, tal vez como una estrella alargada si las condiciones atmosféricas no son tan favorables.
¿Y que hay de la estrella de Belén?
Pues en resumidas cuentas, menudo clickbait sin fundamento. Pero a continuación nos molestamos en explicar el por qué algunos medios pueden haber hecho tal comparación bíblica.
Sin duda la estrella de Belén es un símbolo de temporada navideña importante en todo el mundo. La historia sugiere las siluetas de tres hombres vestidos regiamente y montados en camellos, mirando a través de suaves colinas o dunas blancas, hacia un pequeño edificio solitario en la distancia. La noche es oscura y una estrella extremadamente brillante parece flotar sobre el pequeño edificio, enviando un haz de luz brillante hacia la tierra para iluminar su contorno. Otra luz brilla suavemente en el interior.
Esa es la imagen que la mayoría de nosotros tenemos de la estrella de Navidad, pero es una imagen derivada más de la imaginación y las tarjetas de felicidades que de la Biblia. De hecho, el Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento es el único lugar donde se menciona esta «estrella» (Mateo 2: 2, 7-10). E incluso allí, la información sobre la estrella es escasa.
La referencia más reveladora es Mateo 2: 9:
Cuando oyeron al rey, se fueron; y he aquí, la estrella que vieron en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño.
Para cualquiera que esté inclinado a insistir en la verdad literal de las Sagradas Escrituras, este versículo resuelve la pregunta. Si este versículo es literalmente cierto, entonces la Estrella de Belén NO podría haber sido ningún fenómeno natural conocido, simplemente porque ningún cuerpo celeste se podría mover de esa manera —de allí la teoría ufológica al respecto—.
Pero aún si tomáramos lo relatado por Mateo —quien aseguró no haber sido testigo de la Natividad— como una licencia artística, ninguna conjunción que involucrara a Júpiter podría haber sido la responsable por lo supuestamente avistado por los reyes magos.
La conjunción más próxima en el tiempo que involucra a Júpiter (junto con Marte y Saturno) se registra en el año 6 o 5 a.C. en la constelación de Piscis (símbolo temprano del Cristianismo). Y teniendo en cuenta que hoy sabemos que el nacimiento de Jesús fue a más tardar en el 4 a.C. —y ciertamente no un 25 de diciembre—, dicha conjunción puede descartarse.
¿Podría haber sido otro tipo de fenómeno astronómico?
En esos tiempos se mantuvieron pocos registros, excepto por los chinos y los coreanos, quienes escribieron sobre lo que podrían haber sido cometas en el 5 y posiblemente nuevamente en el 4 a.C. El principal problema aquí es que los cometas generalmente eran considerados como presagios de mala fortuna por los chinos y probablemente también por los magos astrólogos que el Nuevo Testamento llama «hombres sabios». En lugar de seguir a una «estrella» cometaria de este tipo, probablemente habrían ido en sentido contrario.
Otra posibilidad es que la Estrella de Navidad fuera una nova o supernova, una estrella nunca antes vista que repentinamente brilla a lo grande. De hecho, los chinos registraron una de esas estrellas en la primavera del año 5 a.C., un evento que adornó el cielo durante más de dos meses. Sin embargo, su posición en la constelación de Capricornio significa que probablemente no habría podido «guiar» a los sabios de la manera implícita en la Biblia.
A menos que se produzca algún descubrimiento arqueológico importante e indiscutible que resuelva la cuestión de una vez por todas, el misterio de lo que fue la Estrella de Belén permanecerá en el ámbito de la fe. La ciencia no puede explicarlo como un objeto físico conocido; la historia no ofrece un registro claro; y la religión ofrece sólo una aparición milagrosa incontestable.
Pero aunque puede que no haya un acuerdo sobre la naturaleza de la estrella o incluso su avistamiento real hace dos milenios, todas las partes pueden estar de acuerdo con el mensaje que anunció: «… paz en la tierra, buena voluntad para con los hombres». (Lucas 2:14).
Hoy es la #GranConjuncion. Nuestros artículos al respecto:
Una gran #conjuncion entre Júpiter y Saturno sucederá antes que termine el 2020: https://t.co/aF69YHQsLp
Las implicaciones astrológicas de la Gran Conjunción del 21 de diciembre: https://t.co/OFlpIWnYfk pic.twitter.com/GZOHMimE1n
— Mystery Planet (@MysteryPlanet) December 21, 2020
Fuente: EarthSky. Edición: MP.