La NASA descubre un nuevo tipo de erupción solar
Esta semana, un grupo de astrofísicos ha observado, por primera vez, un fenómeno predicho hace 15 años: la ruptura y la consiguiente reconexión de dos líneas de la magnetosfera, provocada por una erupción solar.
El descubrimiento se ha publicado esta semana en Astrophysical Journal y se ha realizado gracias a la sonda Solar Dynamics Observatory (SDO), de la NASA.
En concreto, una hora de observaciones permitieron ver cómo una prominencia, un gigantesco penacho de material, fue lanzada al espacio con un latigazo y después volvió a caer sobre la fotosfera, en la superficie del Sol. Pero, poco antes de completar su recorrido y de colapsar, la prominencia se topó con una maraña de líneas de campo magnético, las comprimió y estalló cuando dicho campo se reconfiguró.
Este tipo de reajustes del campo magnético, que se conocen como reconexiones, se ha observado varias veces: por ejemplo, ocurren constantemente en el entorno de la Tierra, donde el campo magnético terrestre interacciona con el viento solar. Sin embargo, nunca se había visto una reconexión disparada por una erupción próxima..
Un nuevo secreto del Sol
Los resultados recogidos por los investigadores apuntan a que este fenómeno, conocido como reconexión forzada, ocurre cuando una erupción solar comprime el plasma y los campos magnéticos hasta el punto de reconectarlos.
Según señalan los datos recogidos por el SDO, el proceso contribuye de forma limitada al misterio de la temperatura de la corona solar (millones de grados más caliente que la superficie del Sol). Los autores del estudio también sospechan que, aparte de las prominencias, otros sucesos, como las llamaradas o las eyecciones de masa coronal, pueden también disparar las reconexiones forzadas.
Por tanto, sospechan que esta reconexión forzada ocurre constantemente en el Sol: «Pero tenemos que seguir observándola y cuantificándola si queremos probarlo», ha dicho Srivastava. De momento, ahora los científicos tienen nuevos datos con los que comprender al Sol y estudiar la meteorología espacial, para saber cuándo el entorno de la Tierra será bombardeado por una lluvia de partículas de alta energía.
Fuente: NASA. Edición: ABC.