UVB-76, la señal de radio rusa que se ha estado transmitiendo desde hace 40 años y nadie sabe por qué
Surgida durante la Guerra Fría, algunos creen que la señal podría formar parte de un dispositivo apocalíptico destinado a responder ante un devastador ataque nuclear.
Sintoniza la frecuencia de radio de onda corta 4625 kHz y te encontrarás con un misterio que ha desconcertado al mundo durante más de cuatro décadas: una emisión de radio donde se escuchan pitidos, zumbidos, frases habladas y números sin sentido aparente. Ha sido prácticamente ininterrumpida, y nadie ha reclamado su propiedad ni ofrecido una explicación oficial.
Conocida como UVB-76 por su primer indicativo conocido, y más tarde apodada por los radioaficionados como The Buzzer (La Zumbadora), las teorías sobre su propósito abundan.
¿De dónde proviene?
Desde que los entusiastas comenzaron a monitorearla en 1982, la estación ha experimentado algunos cambios. Al principio, la señal era simplemente una serie de pitidos. En 1992 cambió a zumbidos —de ahí el apodo— mezclados cada pocos segundos con un tono similar a una sirena de niebla. Cada semana o dos, un hombre o una mujer lee una lista de nombres, palabras o números. La aleatoriedad de los tonos varía.
Todo esto es extraño en sí mismo, pero en 2010 ocurrió algo completamente inesperado. La señal dejó de transmitirse durante un día. Silencio total. Al día siguiente, se reanudó como si nada hubiera pasado.
Luego, en agosto del mismo año, se produjeron múltiples pausas en la transmisión, incluyendo el 25 de agosto, cuando los oyentes escucharon lo que algunos describieron como personas moviéndose en una habitación. Estas transmisiones inusuales incluyeron lo que podría haber sido código Morse en un momento. Luego, la estación transmitió fragmentos de El Lago de los Cisnes de Tchaikovsky, y el indicativo cambió a «Mikhail Dumitri Zhengya Boris» (MDZhB).
Alrededor del mismo tiempo, parecía que el sitio de transmisión había cambiado de ubicación. Originalmente, la señal provenía de lo que los rastreadores creían que era una base militar rusa en la ciudad de Povarovo, a unos 30 kilómetros de Moscú. En septiembre de 2010, todo cambió y la señal se volvió más difícil de seguir. Muchos ahora creen que la responsabilidad de la estación recae en múltiples sitios oficiales de comunicaciones del gobierno ruso, incluidos uno en San Petersburgo y otro en Moscú.
Cuando exploradores no autorizados visitaron el sitio de Povarovo aproximadamente un año después de que la señal se volviera más difícil de rastrear, encontraron la base abandonada, excepto por un solo perro guardián encadenado. Afirmaron haber descubierto un libro de registro que detallaba transmisiones desde 2005. Los lugareños dijeron que el ejército ruso abandonó el sitio una noche, en menos de 90 minutos —algo confirmado por el libro de registro—.
El propósito de la señal
La Zumbadora es uno de esos misterios aún sin resolver. De acuerdo a David Stupples, profesor de ingeniería electrónica y radio en la Universidad de la City de Londres, la única forma de encontrar la verdad sería que la revele la propia Federación Rusa.
«Casi con certeza es el gobierno ruso quien la está utilizando. Y si es el gobierno ruso, no sería con fines pacíficos», declaró ante el medio Popular Mechanics.
El profesor británico cree que la estación probablemente se mantiene activa en caso de una guerra nuclear u otro evento disruptivo que cause la pérdida de comunicaciones nacionales. Alternativamente, debido a la naturaleza poderosa de la transmisión, podría ofrecer un canal de emergencia para la comunicación durante tiempos de conflicto.
«Puede que solo estén reservando el canal para la defensa aérea o algo por el estilo. Si no lo usan, alguien lo usurpará», explicó Stupples. «La banda está tan saturada que la gente buscará una pequeña oportunidad para obtener su propio canal… Están manteniendo el canal disponible transmitiendo y diciendo: “esto es nuestro”».
Y es que cuando una organización quiere mantener el control de una frecuencia, a menudo reproduce un mensaje de prueba básico en repetición, lo cual en teoría no debería causar mucho interés en quien lo escucha. En el caso de UVB-76, los propietarios de la señal operan un canal omnidireccional con un transmisor increíblemente poderoso —se estima que son varios miles de vatios— emitiendo una secuencia aparentemente ininteligible de sonidos.
«He pasado la señal por mis analizadores de espectro de señales y no puedo encontrar ninguna inteligencia en absoluto», admitió Stupples, quien no descarta que UVB-76 sea un «Sistema Perímetro» que puede desencadenar un ataque nuclear de represalia si Rusia es aniquilada.
Otra teorías, más extrañas aún, incluyen que sea una forma de transmitir señales de radio a la atmósfera para buscar ovnis, una suerte de investigación de la ionosfera, un esquema directamente relacionado con la planta de Chernobyl, un sistema de comunicación de submarinos rusos o una red de espionaje internacional.
Y esas son solo algunas de las ideas que la gente ha considerando.
«Siempre es entretenido, ¿verdad? Y nunca se sabe, una de esas teorías locas puede ser correcta, y entonces todos comeremos un poco de humildad», concluyó Stupples.
Por Tom Newcomb/PM. Edición: MP.