Una nueva isla queda al descubierto luego del derretimiento de glaciares en la Antártida
La nueva isla ha sido llamada Sif en honor a la diosa nórdica de la fertilidad y la familia, que también fue esposa del poderoso Thor. El nombre se debe a que justamente las iniciales del equipo de investigación que la descubrió forman el nombre del dios del trueno.
El reciente récord de temperatura en el continente blanco ha dejado varias cosas al descubierto, entre ellas una pequeña isla que había permanecido oculta por el hielo. El grupo de investigadores polares del proyecto Thwaites Offshore Research (THOR), a bordo del Nathaniel B. Palmer, fue el responsable de avistarla cuando su barco pasaba por la bahía Isla Pine en la Antártida.
Sif es lo suficientemente grande como para ser observada por los satélites desde el espacio, pero nunca había sido vista en su escondite bajo capas y capas de hielo, revelando su naturaleza rocosa solo después que partes del glaciar se rompieran y derritieran.
Los cartógrafos del British Antarctic Survey (BAS) estiman que la isla tiene 378 metros de largo por 159 de ancho —cerca de 60.000 metros cuadrados, lo que es equivalente al tamaño del castillo de Windsor, la fortaleza más antigua y de mayor tamaño habitada en el mundo—.
Los investigadores esperan poder averiguar más sobre la composición de esta nueva isla y cómo perdió su cubierta cuando finalicen su viaje a finales de marzo.
Las embarcaciones raramente viajan tan al sur como hizo el Palmer, por lo que su tripulación probablemente ha sido la primera en descubrir la isla y poner un pie en su costa.
«Luego de ser sus primeros visitantes, podemos confirmar que la isla Sif está hecha de granito y que está cubierta con los remanentes de capas de hielo. Unas pocas focas la habitan», dijo Julia Smith Wellner, del equipo de la expedición THOR, agregando que tomaron muestras para ser analizadas en unos meses.
«Esta es una isla que puede darnos un montón de pistas», agregó la geóloga glaciar Lauren Simkins.
A medida que los glaciares se retiran, liberan presión en el continente, permitiendo que el suelo debajo del hielo emerja —un proceso llamado «rebote rápido»—. Esto a veces estabiliza el hielo al anclarlo en su lugar y disminuir su marcha al océano, pero también puede acelerar el rompimiento del glaciar al crear más grietas.
«El rebote rápido puede incrementar el estrés en lo que queda de la capa de hielo, causando que se rompa más velozmente», explica Simkins.
Cuando avistaron la isla por primera vez, fue una conmoción a bordo. «¡Creo que veo rocas!», gritó el oficial. Al mirar en las cartas y mapas del área se dieron cuenta que era una «isla completamente nueva», posiblemente nunca vista antes.
«Todos en el barco se apresuraron para ver la parte rocosa de la isla que se recortaba en el hielo, sugiriendo potenciales nombres para nuestro hallazgo», cuenta Wellner. «Pero más allá de la algarabía inicial, pronto nos dimos cuenta de las implicaciones científicas que conllevaba».
El científico climático Peter Neff examinó las nuevas imágenes y datos satelitales para tratar de determinar hace cuánto que la isla estaba el descubierto. Su conclusión fue que Sif había estado apareciendo gradualmente desde aproximadamente el año 2010.
El proyecto THOR es una misión internacional con el objetivo de estudiar la estabilidad del masivo glaciar Thwaites en la bahía de la isla Pine, en la Antártida occidental. Los expertos dicen que el hielo derretido sobre la nueva roca les ayudará a determinar que tan rápido están sucediendo los cambios y qué significa para el glaciar.
«Nuevas islas emergen cuando las capas de hielo se retiran, no es algo particularmente sorprendente», señala Paul Cutler, director del programa en glaciología en la Fundación Nacional para la Ciencia de EE.UU. en Alexandria, Virgina. «Nuevas islas han aparecido en los últimos años en el Ártico canadiense y en Groenlandia, pero esta es una emocionante oportunidad para encajar las piezas de la historia geológica de una región sub-estudiada de la Tierra».
El nuevo hallazgo llega poco después que la NASA registrara temperaturas altas récord en el continente blanco, llegando a más de 20 ºC en la península cercana a Sudamérica.
Esta temperatura elevada también derritió el 20 % la nieve en la isla Eagle, exponiendo el desierto marrón en la costa y generando estanques de agua en su centro, una noticia que reportáramos hace tan solo unos días.
Fuente: Daily Mail.