Un asteroide pasó tan cerca de la Tierra que estableció un nuevo récord
El pequeño asteroide pasó a a menos de 3.000 kilómetros, estableciendo un nuevo récord de cercanía sin impactar contra nuestro planeta.
El recientemente descubierto asteroide ZTF0DxQ —ahora oficialmente nombrado 2020QG—, rozó nuestro mundo al aventurarse a solo 2.900 kilómetros de la superficie de la Tierra el domingo pasado, 16 de agosto, a una velocidad estimada de 12.4 kilómetros por segundo.
Debido a que se aproximó a nuestro mundo desde la dirección del Sol, su paso no pudo ser detectado a las 04.08 UTC de ese día. Los astrónomos no lo advirtieron hasta seis horas después, cuando se dieron cuenta del nuevo récord establecido por esta roca espacial.
¿Debemos estar contentos de que no impactó en la Tierra o molestos porque no lo detectamos antes? Probablemente no.
¿Por qué? Porque, relativamente hablando, este visitante era muy muy pequeño y no tenía el potencial para hacernos ningún daño.
De acuerdo a los astrónomos, 2020 QG tenía entre 3 y 6 metros de diámetro, algo muy alejado de asteroides peligrosos que miden cientos de kilómetros. Tampoco puede ser comparado con el asteroide que creó el famoso bólido de Cheliábinsk en 2013, cuya onda expansiva al explotar en nuestra atmósfera voló ventanas en media docena de ciudades rusas y dejó varios heridos. En este último caso, el cuerpo medía 20 metros, más del doble que el máximo estimado para 2020 QG.
Por otro lado, si un asteroide de 5 o 6 metros entra en nuestra atmósfera —algo que sucede bastante seguido—, la presión del aire sería demasiado elevada como para que llegue a hacer algún daño en la superficie. La roca se vaporizaría completamente o bien fragmentaría de tal manera que apenas un diminuto remanente de lo que fue caería en la tierra o el océano.
En cuanto al 2020 QG, Paul Chodas, director del Centro de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA, dijo: «Es realmente genial cuando un asteroide como este se acerca tanto, podemos observar cómo la gravedad de la Tierra dobla dramáticamente su trayectoria. Nuestros cálculos muestran que este asteroide giró 45 grados al sobrevolar por sobre nuestra cabezas».
¿Pero qué hay sobre el retraso de seis horas en detectarlo? ¿Debemos culpar a los astrónomos o la falta de inversión en equipos para vigilar los cielos? No, no tanto…
La capacidad de los astrónomos para detectar asteroides avanza a grandes pasos. Asteroides diminutos como 2020 QG han rozado nuestro mundo por miles de millones de años, y hasta hace tan solo unas décadas no éramos capaces de detectarlos.
2020 QG fue hallado por medio de un telescopio de sondeo, el Zwicky Transient Facility (ZTF), en el monte Palomar, California. El sistema robotizado de este dispositivo fue desarrollado por algunas de las personas más inteligentes del planeta, quienes por décadas han estado trabajando para protegernos de amenazas provenientes del espacio.
Punto ciego
Sin embargo, lo sucedido el domingo expone un punto débil en el sistema de detección actual: existen grandes dificultadas para ver asteroides que provengan desde la dirección del Sol.
«No hay mucho que podamos hacer al respecto por ahora, dado que los asteroides son detectados utilizando telescopios ópticos solamente (como ZTF), y solo podemos buscarlos en el cielo nocturno. Por lo que es difícil verlos si vienen hacia nosotros desde la dirección del Sol», comentó Chodas. «La idea general es que los descubramos en uno de sus pasos previos por nuestro planeta y podamos hacer predicciones con años o décadas de anticipación para dilucidar cualquier posibilidad de impacto».
La NASA tiene planes para resolver este «punto ciego» lo más pronto posible. De hecho, este 2020 logró obtener una financiación de $36 millones de dólares para construir un telescopio espacial que pueda detectar asteroides y cometas provenientes desde el Sol. Si todo va bien, podría ser lanzado en 2025.
Fuente: EarthSky. Edición: MP.