Un 0,04 % de sistemas estelares pueden albergar civilizaciones tecnológicas
Un nuevo avance en materia de cálculos analíticos acaba de mejorar las posibilidades de hallar inteligencias extraterrestres en nuestra galaxia, según consigna un equipo de la Universidad de Manchester.
En un estudio publicado hoy en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, los investigadores exponen un reanálisis de los datos existentes que permite ampliar drásticamente la búsqueda de inteligencias extraterrestres (SETI). Este hito se traduce en el aumento en un factor de 200 de las estrellas analizadas: de 1.400 a 280.000 estrellas.
Los resultados de la investigación apuntan a que menos del 0,04 % de los sistemas estelares tienen el potencial de albergar civilizaciones avanzadas con la tecnología de radio equivalente —o ligeramente más avanzada— que los humanos del siglo XXI.
Además de mejorar los límites para las estrellas cercanas, el equipo estableció por primera vez límites para las estrellas más distantes, con el tope de que cualquier forma de vida potencial que habita en las fronteras de la galaxia necesitaría transmisores aún más potentes para ser detectable.
El análisis, dicen los investigadores, sólo puede localizar civilizaciones inteligentes y tecnológicamente avanzadas que utilizan ondas de radio como forma de comunicación; por ejemplo, no pudieron detectar vida «simple» o civilizaciones no tecnológicas.
El equipo, que está formado por el estudiante de maestría Bart Wlodarczyk-Sroka y su asesor, el profesor Michael Garrett en la Universidad de Manchester en el Reino Unido, y el Dr. Andrew Siemion, director de la iniciativa Breakthrough Listen, ha puesto los mejores límites en la prevalencia de radiotransmisores artificiales, denominados tecno-firmas, en la Vía Láctea.
La prevalencia de inteligencias extraterrestres
Revisando el catálogo elaborado por la nave espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), que midió las distancias a más de mil millones de estrellas, los investigadores recalcularon los límites sobre la prevalencia de transmisores alrededor de estrellas adicionales dentro de los campos de visión del radiotelescopio. Al seleccionar estrellas a distancias mucho mayores (hasta unos 33.000 años luz) que la muestra original de estrellas cercanas, pudieron expandir el número de estrellas estudiadas de 1.327 a 288.315.
El líder del equipo Mike Garrett siempre se había preocupado de que las búsquedas SETI no tuvieran en cuenta los muchos otros objetos cósmicos que caen dentro del rango del cielo al que es sensible un telescopio, además del objetivo principal.
«Conocer las ubicaciones y distancias a estas fuentes adicionales mejora en gran medida nuestra capacidad para limitar la prevalencia de la inteligencia extraterrestre en nuestra propia galaxia y más allá. Esperamos que los futuros sondeos de SETI hagan un buen uso de este enfoque», señaló el investigador en un comunicado.
«Nuestros resultados ayudan a poner límites significativos en la prevalencia de transmisores comparables a lo que nosotros mismos podemos construir utilizando tecnología del siglo XXI», agregó Wlodarczyk-Sroka.
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«Ahora sabemos que menos de una de cada 1600 estrellas ubicadas a una distancia de hasta 330 años luz, alberga transmisores apenas más potentes que el radar más avanzado que tenemos aquí en la Tierra. Los mundos habitados con transmisores mucho más potentes de los que podemos producir actualmente aquí deben ser más raros todavía».
La gran cantidad de estrellas estudiadas permitió a Wlodarczyk-Sroka establecer algunos de los límites más estrictos hasta la fecha sobre la prevalencia de transmisores de radio en esta región de nuestra galaxia. Además, por primera vez, el equipo ha podido hacer esto en función del tipo estelar: la muestra ampliada incluye no solo una amplia gama de estrellas de la secuencia principal, sino también numerosas estrellas gigantes y enanas blancas.
Fuente: Universidad de Manchester. Edición: MP.