Puede haber 4 trillones de naves extraterrestres pululando en nuestro sistema solar
Esa es la cifra a la que llegan los cálculos del ya célebre astrónomo de Harvard Avi Loeb, quien ha publicado una nueva investigación que aún no ha sido revisada por pares.
El estudio es un seguimiento del primer descubrimiento registrado de un objeto interestelar que visitó nuestro sistema solar en 2017, Oumuamua. Los datos obtenidos sobre su paso apuntaron a que era un objeto muy extraño, cuya naturaleza ha sido —y aún es— debatida acaloradamente por los científicos. Se especuló, por ejemplo, que debido a su forma cigarro y aceleraciones imprevistas, podría ser una sonda extraterrestre de algún tipo.
Y si bien Loeb no ha dicho explícitamente que Oumuamua es una nave alienígena per se, sí ha sugerido fuertemente que podría serlo y deberíamos estar abiertos a tal posibilidad. A la luz de esa perspectiva, ahora básicamente se está preguntando lo que los científicos que se dicen «respetables» no se atreven a preguntar: ¿cuántos posibles Oumuamuas podría haber en nuestro sistema solar que pasen desapercibidos?
Para obtener una respuesta, en primer lugar Loeb y su colega astrónomo de Harvard, Carson Ezell, observaron cuántos visitantes interestelares ya hemos detectado.
«Uno puede usar tasas recientes de detección de objetos interestelares y capacidades conocidas para estimar la densidad de objetos similares en el vecindario solar», escribieron en el estudio.
Desde Oumuamua, los astrónomos han detectado tres objetos interestelares más, lo que hace que sean cuatro en ocho años. A ese ritmo, Loeb y Ezeller calcularon que podría haber hasta 40 decillones de objetos interestelares en todo el sistema solar, incluidas áreas fuera del alcance de nuestros instrumentos.
Ese número se reduce a la cifra más humilde de 4 trillones —eso es un 4 seguido de 18 ceros (4^18)— cuando se limita el alcance a la «zona habitable» cerca del Sol, lo que es potencialmente emocionante ya que, si algunos de ellos son extraterrestres, serían más fáciles de detectar.
Algunas de las teorías de Loeb son fronterizas, pero nunca deja de plantear algunos puntos fascinantes.
Incluso si la mayoría de los 4 trillones de objetos interestelares resultan ser solo fragmentos de roca espacial —lo que Loeb admite que es probable—, eso todavía deja bastante espacio para que algunos de ellos sean efectivamente naves o sondas de civilizaciones extraterrestres. Crucemos los dedos.
Fuente: Daily Beast. Edición: MP.