¿Podrían los alienígenas estar hechos de materia oscura y ni siquiera sabemos dónde buscar?
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Científicos analizan la posibilidad de que los extraterrestres estén hechos de materia oscura
El descubrimiento de posibles civilizaciones alienígenas es siempre objeto de discusión no sólo a nivel de difusión sino también a nivel de estudios científicos.
Un nuevo artículo (primer enlace a continuación), publicado en la página web de FECYT – Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, analiza el último estudio, publicado en Acta Astronáutica, de dos neuropsicólogos, Gabriel de la Torre y Manuel García, de la Universidad de Cádiz, sobre el problema de la larga duración en torno a las formas más rentables de detectar posibles señales extraterrestres.
En esencia, la cuestión es si realmente estamos mirando en la dirección correcta. Según los dos neuropsicólogos, el problema también puede ser representado a nivel mental.
Como el mismo De la Torre informa,
“Cuando pensamos en otros seres inteligentes, tendemos a verlos desde nuestro tamiz perceptivo y concienzudo, pero estamos limitados por nuestra visión del mundo, y es difícil para nosotros admitirlo”.
El estudio, por lo tanto, tiende a descubrir si puede haber otras posibilidades, en la percepción de otros seres que podrían ser muy “extraños” al nivel de la forma de vida en comparación con aquellos que ya conocemos y que están presentes en la Tierra, posibilidades que nuestra mente no puede captar fácilmente.
Los estudiosos toman como ejemplo posibles formas de vida basadas en materia oscura o energía oscura, dos cosas que por sí solas forman más del 95% de todo lo que existe en el universo, por así decirlo.
Además, existe también la posibilidad de la presencia de otros universos paralelos al nuestro, un concepto que tampoco es claramente identificable a nivel mental.
En esencia, el estudio señala que nuestra neurofisiología y psicología juegan un papel clave en los intentos de descubrir la presencia de civilizaciones extraterrestres, un aspecto que ha sido fuertemente descuidado hasta ahora.
El principal experimento en el que se basó el estudio se llevó a cabo con 137 personas. A estos últimos se les ofrecieron varias fotografías aéreas con estructuras artificiales y los participantes tuvieron que distinguirlas de las estructuras naturales.
En una de las fotografías se insertó un pequeño personaje disfrazado de gorila. Casi la mitad de la gente no se dio cuenta de este elemento extremadamente “extraño” en esas fotografías.
Según los investigadores, “Si trasladamos este problema a la búsqueda de otras inteligencias no terrestres, se plantea la cuestión de si nuestra estrategia actual podría llevarnos a no percibir a los gorilas. Nuestra concepción tradicional del espacio está limitada por nuestro cerebro, podemos tener los signos de arriba y no ser capaces de verlos, tal vez no estamos mirando en la dirección correcta”.