La temporada de huracanes 2024 podría ser más potente de lo habitual
Más de dos docenas de huracanes podrían formarse este año debido mares más cálidos y la transición climática entre los fenómenos de El Niño y La Niña, según pronostican los expertos.
Científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) han emitido su pronóstico más alto para una temporada de huracanes en el Atlántico: entre 17 y 25 tormentas con nombre oficial. Según el pronóstico, 13 de estas tormentas serán huracanes promedio, con vientos de 119 km/h (74 mph) o más, y entre cuatro y siete serán huracanes mayores, con vientos de 179 km/h (111 mph) o más.
«Esta temporada promete ser extraordinaria en varios aspectos», dijo Rick Spinrad, administrador de la NOAA, en una conferencia de prensa que tuvo lugar esta semana.
Spinrad destacó que el 2024 se perfila para ser «la séptima temporada consecutiva por encima de lo normal».
La temporada de huracanes suele comenzar alrededor del 1 de junio y extenderse hasta noviembre, teniendo en promedio 14 tormentas nombradas, de las cuales tres o cuatro son huracanes mayores. No obstante, los científicos han descubierto que el cambio climático ha hecho que estos fenómenos en la región del Caribe sean mucho más probables y poderosos que en la década de 1980. Esto se debe a que, si bien los océanos más cálidos no aumentan la frecuencia de los huracanes, sí los hacen crecer más rápidamente y ser más potentes.
El Niño y La Niña
Los huracanes se forman a partir de una delgada capa de agua oceánica caliente que se evapora y asciende para formar nubes de tormenta. Cuanto más cálido está el océano, más energía obtiene el sistema, acelerando el proceso de generación de tormentas y permitiendo que se formen violentamente.
Desde marzo de 2023, las temperaturas promedio de la superficie del mar en todo el mundo han alcanzado niveles récord, lo que indica que se avecina una temporada de tormentas muy activa.
Los científicos también predicen que El Niño, que recientemente terminó, dará paso a La Niña, su contraparte más fría, para el verano o el otoño. El Niño es un ciclo climático en el cual las aguas del este tropical del Pacífico se calientan más de lo usual, afectando los patrones climáticos globales.
Durante El Niño, los vientos en el Atlántico son típicamente más fuertes y estables de lo habitual, actuando como un freno en la formación de huracanes. Pero si el ciclo climático sigue las predicciones y El Niño es reemplazado por La Niña, podría resultar en un verano particularmente tormentoso. Esto se debe a que La Niña debilita los vientos alisios y, a su vez, reduce la cizalladura vertical del viento, lo que evita la dispersión de las tormentas incipientes.
En lo que va de esta década, cinco tormentas han alcanzado velocidades sin precedentes de 309 km/h (192 mph) o más, lo que ha llevado a los científicos a proponer una nueva categoría de fuerza «Categoría 6» para describirlas.