MISTERIO

La Casa Blanca está impulsando una investigación para enfriar la Tierra mediante geoingeniería solar

La geoingeniería solar o modificación de la radiación solar (MRS) se define como un tipo de ingeniería climática en la que la luz del sol (radiación solar) se refleja de vuelta al espacio para limitar o revertir el cambio climático.

Crédito: MysteryPlanet.com.ar.

Una vez considerada un último recurso distópico que solo podía realizarse en películas como The Matrix o Snowpiercer, la idea de reducir la cantidad de luz solar que llega a nuestro planeta para revertir el cambio climático ha ganado, en los últimos años, una pequeña cantidad de tracción.

Y ahora, según informó la CNBC, la Casa Blanca coordinará oficialmente un plan de investigación de cinco años para evaluar la viabilidad de la llamada «geoingeniería solar».

Obviamente, implementar el bloqueo de la luz solar conlleva riesgos masivos, tanto para los humanos como para el medio ambiente. Pero algunos defensores de la idea piensan que al menos vale la pena considerarla y ven el cauteloso interés de la Casa Blanca como una señal positiva.

«El reflejo de la luz del sol tiene el potencial de salvaguardar el sustento de miles de millones de personas, y es una señal del liderazgo de la Casa Blanca de que están avanzando en la investigación para que cualquier decisión futura pueda basarse en la ciencia y no en la arriesgada geopolítica», comentó Chris Sacca, fundador del fondo de inversión en tecnología climática Lowercarbon Capital.

No hay alternativa

Según el medio, no es la primera vez que el gobierno de EE.UU. ha jugado con la idea. Un informe al presidente Lyndon B. Johnson en 1965 detalló un plan para rociar el océano con partículas reflectantes con un costo estimado de $500 millones por año. Hoy, el costo de iniciativas similares de enfriamiento de la Tierra basadas en aerosoles ha subido a $ 10 mil millones, dijo a CNBC un profesor de derecho ambiental.

Un candidato principal para la inyección de aerosoles estratosféricos sería el dióxido de azufre, la sustancia maloliente que sale de los volcanes cuando entran en erupción y de las chimeneas de las fábricas de carbón.

Pero dado que el uso de dióxido de azufre es tan descaradamente contaminante, otros proponen implementar el aclarado de nubes marinas, un proceso en el que se aumenta la reflectividad de las nubes inyectándolas con sal marina.

Ruleta climática

Si bien todas estas son soluciones interesantes, a muchos les preocupa que sean simplemente una curita para un problema que requiere un cambio sistémico global para abordar. Janos Pasztor, director ejecutivo de Carnegie Climate Governance Initiative, reafirma que la reducción de emisiones es clave para combatir el cambio climático, pero no descarta las soluciones alternativas como complementarias a la reducción de CO2.

«No se puede juzgar lo que hace el país en la modificación de la radiación solar sin mirar lo que está haciendo en la reducción de emisiones, porque la prioridad son las reducciones de emisiones», opinó Pasztor. «La modificación de la radiación solar nunca será una solución a la crisis climática».

Entonces, la geoingeniería solar podría ser una herramienta útil, y eso es un gran «poder», pero no reemplaza la reducción de emisiones. En última instancia, simplemente no sabemos qué tipo de consecuencias no deseadas podría tener la implementación de estas ideas. Y las consecuencias que podemos predecir —como lluvia ácida y enfermedades respiratorias en el caso de usar dióxido de azufre— son bastante difíciles de pasar por alto.

Fuente: CNBC. Edición: MP.