MISTERIO

Japón pierde contacto con Akatsuki, la única sonda activa de la humanidad en Venus

La humanidad se ha quedado sin ojos en Venus.

Venus, por Akatsuki.

El lado diurno de Venus cubierto de nubes, visto por el orbitador Akatsuki de Japón. Crédito: JAXA.

La agencia espacial japonesa ha anunciado que ha perdido contacto con su valiente nave espacial Akatsuki, dedicada al estudio del clima de Venus y actualmente la única nave activa en órbita alrededor del segundo planeta desde el sol.

Lanzada en 2010 con un costo de 300 millones de dólares, Akatsuki tuvo un comienzo complicado, ya que no logró entrar en órbita alrededor de Venus debido a una falla en su motor principal. Sin embargo, el equipo de la misión consiguió una segunda oportunidad en 2015, tras cinco años orbitando el sol, logrando finalmente entrar en órbita.

La nave, también conocida como Orbitador Climático de Venus, ha estado realizando investigaciones desde entonces, obteniendo observaciones inesperadas. No obstante, estas actividades podrían haber llegado a su fin.

El miércoles pasado, la cuenta oficial de la misión publicó en X que el Instituto de Ciencia Espacial y Astronáutica (ISAS) había «perdido contacto con Akatsuki después de una operación a finales de abril debido a un período prolongado en modo de control de estabilidad de baja actitud, y actualmente está haciendo esfuerzos para restablecer la comunicación con la nave».

La sonda necesita mantener una orientación estable para apuntar su antena y comunicarse con la Tierra.

«Les informaremos sobre los planes futuros una vez que estén definidos. Gracias por su cálido apoyo», se añadió en el mismo hilo.

Akatsuki, que significa ‘amanecer’ en japonés, ya ha superado su misión principal. La nave comenzó una fase extendida de operaciones en 2018 e, incluso si no puede ser rescatada esta vez, ha demostrado las capacidades de resolución de problemas de los ingenieros de JAXA y ha mejorado nuestra comprensión del clima y la dinámica atmosférica de Venus.

Esta imagen, que muestra el lado nocturno de Venus brillando en infrarrojo térmico, fue capturada por la nave espacial japonesa Akatsuki. Crédito: JAXA / ISAS / DARTS / Damia Bouic.

Y aunque Akatsuki esté realmente inactiva, es posible que el planeta hermano de la Tierra no permanezca sin ser observado por mucho tiempo. Las preguntas sobre por qué Venus sufrió un fuerte efecto invernadero, convirtiéndolo en el planeta más caliente del sistema solar, y las tentadoras lecturas de posibles biomarcadores en su atmósfera, están generando un renovado interés.

Nuevas misiones, especialmente de la NASA, la Agencia Espacial Europea, India y una misión privada, podrían dirigirse a Venus más adelante en la década.

Fuente: Space.com. Edición: MP.