Increíble video muestra planetas girando alrededor de una estrella a años luz de distancia
En 2008, HR 8799 fue el primer sistema planetario extrasolar jamás fotografiado directamente. Ahora, el famoso sistema protagoniza su propio video.
Utilizando las observaciones recopiladas durante los últimos 12 años, el astrofísico de la Universidad de Northwestern, Jason Wang, ha ensamblado un impresionante video timelapse de la familia de cuatro planetas —cada uno más masivo que Júpiter— orbitando su estrella. El resultado ofrece a los espectadores una visión sin precedentes del movimiento planetario.
«Por lo general, es difícil ver planetas en órbita», dijo Wang. «Por ejemplo, no es evidente que Júpiter o Marte orbiten alrededor de nuestro sol porque vivimos en el mismo sistema y no tenemos una vista de arriba hacia abajo. Los eventos astronómicos ocurren demasiado rápido o demasiado lento para capturarlos en una película. Pero este video muestra planetas moviéndose en una escala de tiempo humana. Espero que permita a la gente disfrutar de algo maravilloso».
Experto en imágenes de exoplanetas, Wang es profesor asistente de física y astronomía en la Facultad de Artes y Ciencias Weinberg de Northwestern y miembro del Centro para la Exploración e Investigación Interdisciplinaria en Astrofísica (CIERA).
HR 8799 es una estrella compacta ubicada a 133,3 años luz de la Tierra en la constelación de Pegaso. Aunque esto parece inimaginablemente lejano, se considera dentro de nuestro «vecindario solar».
Comparada con nuestro sol, HR 8799 es 1,5 veces más masiva y aproximadamente 5 veces más luminosa. También es mucho más joven. Con alrededor de 30 millones de años, el sistema se formó después de que los dinosaurios se extinguieran.
12 años en 6 segundos
En noviembre de 2008, HR 8799 hizo historia como el primer sistema en obtener imágenes directas de sus planetas. Wang, quien quedó instantáneamente fascinado por el sistema, lo ha estado observando desde entonces. Él y sus colegas solicitaron tiempo en el Observatorio W.M. Keck, ubicado en la cima de Mauna Kea en Hawái, para observarlo cada año.
Después de siete años de observaciones, Wang reunió datos de imágenes para crear su primer video timelapse. Ahora, armado con 12 años de datos de imágenes, lanzó el video actualizado, que muestra el período de tiempo completo en un lapso de tiempo condensado de 6 segundos.
«Científicamente, no se gana nada observando los sistemas en órbita en un timelapse, pero ayuda a otros a apreciar lo que estamos estudiando», señaló Wang. «Puede ser difícil explicar los matices de la ciencia con palabras. Pero mostrar la ciencia en acción ayuda a otros a comprender su importancia».
Para construir el video, Wang usó una tecnología llamada «óptica adaptativa» para corregir la borrosidad de la imagen causada por la atmósfera de la Tierra. También usó instrumentación especializada (coronógrafo), y algoritmos de procesamiento para suprimir el resplandor de la estrella central del sistema. (Es por eso que el video tiene un círculo negro en el medio. Sin esto, el resplandor sería demasiado intenso para ver los planetas bailando a su alrededor).
Finalmente, usó una forma de procesamiento de video para llenar los vacíos de datos y suavizar el movimiento de los planetas. De lo contrario, los planetas parecerían saltar en lugar de orbitar suavemente a través del espacio.
El producto final muestra cuatro puntos tenues que navegan alrededor de su estrella central. Aunque parecen simples luciérnagas, los mundos son en realidad enormes gigantes gaseosos. Wang los compara con «versiones ampliadas» de Júpiter, Saturno, Neptuno y Urano. El planeta más cercano a la estrella tarda unos 45 años terrestres en hacer una revolución. El más lejano, por otro lado, tarda casi 500 años en trazar el mismo camino.
Para Wang, explorar el espacio a través de videos es la mejor parte de su trabajo. A continuación, él y sus colaboradores planean examinar la luz emitida por la estrella y sus planetas para comprender mejor de qué están hechos.
«En astrofísica, la mayor parte del tiempo estamos haciendo análisis de datos o probando hipótesis. Pero esta es la parte divertida de la ciencia. Inspira asombro», concluyó.
Fuente: Northwestern. Edición: MP.