El ojo que todo lo ve ¿Símbolo sagrado o satánico? –

Hablamos del símbolo conocido comúnmente como el ojo de la providencia, de la iluminación, el ojo divino que todo lo ve, ya que según ciertas creencias, se trata del ojo de Dios vigilando a la humanidad… Sinceramente existen demasiadas denominaciones para este ideograma y no cabe duda que es algo importante, no solo en un grupo específico de la sociedad que se ha encargado de camuflar su verdadero origen, sino para todo el mundo y religiones existentes desde hace muchos siglos atrás, de hecho, podemos atrevernos a confirmar que el ojo que todo lo ve existe en nuestro universo desde hace milenios. Este signo representa a un ente superior a todos los seres humanos que nos observa y guía desde un plano astral.

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El ojo que todo lo ve tiene protagonismo en diferentes religiones antiguas y actualmente sigue dando de qué hablar, algunos lo malinterpretan demasiado y hace alusión a que es un símbolo satánico, sin embargo, todo eso está demasiado lejos de la realidad. El ojo delta luminoso es una simbología relacionada con la luz, magnificencia, a lo divino y a la observancia, no tiene nada negativo en su creación ni en su trayectoria, solo que muchos se han encargado de satanizarlo hasta llegar al punto querer erradicarlo por completo. En las diferentes religiones tiene significados similares, con diseños distintos pero el mismo fin.

El ojo que todo lo ve en la mitología egipcia

La mitología egipcia posee demasiadas leyendas que incluso han sido adoptadas por otras religiones, entre ellas, la cristiana y el ojo que todo lo ve no queda exento de ello. Según la leyenda, Osiris fue asesinado por su hermano Seth, pues para que este último lograra obtener el trono para siempre, su hermano no podía vivir ni tener descendencia. Lo que Seth no sabía es que Isis había dado a luz a Horus y lo mantuvo oculto para que en un futuro este luchara contra su tío y se proclamara como el rey auténtico de todo Egipto.

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Llegado el momento, comenzó una batalla familiar que no tuvo fin sino hasta que el resto de los dioses intervino, dejando como legítimo rey a Horus, sin embargo, este perdió su ojo derecho en la batalla con su tío. Es a partir de allí que los dioses se reúnen y le ordenan a Seth restituir el globo ocular que él mismo había dañado. Otra versión de la historia menciona que el ojo de Horus fue curado por Toth, quien escupió en el agujero donde debería estar el globo ocular. Cuando el Rey de Egipto recibió su pupila y retina completamente curadas, decidió ofrecérselo a su padre como ofrenda para honrarlo y, con la ayuda de Toth y Anubis, el difunto Osiris revivió.

A partir de allí, el ojo de Horus fue tomado como el distintivo de la vida, resurrección, un obsequio de los dioses con dones únicos y un amuleto que todos los egipcios adoptaron, pues se convirtió en un sinónimo de fe, estabilidad y orden. No es de extrañar entonces que los jeroglíficos de Osiris y Horus se basen en un gran ojo y que permanezca esa tradición desde hace milenios.

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El ojo que todo lo ve dentro del cristianismo

Este atributo tiene cabida en la religión cristiana desde principios del siglo XVI, aparece dentro de un triángulo que simboliza la santísima trinidad (padre, hijo y espíritu santo). Este emblema encarna la providencia de que el rey de reyes, padre de todo lo existente nos observa a toda hora y en todo momento. Desde los inicios del cristianismo el triángulo estaba conformado por peces, esto representa el bautismo y el Crismón, luego entre el siglo VIII y IX se hizo referencia a la santísima trinidad. Cuando incorporaron el ojo, el símbolo tomó el significado de la omnipresencia divina y la omnisciencia.

Existen muchas representaciones del ojo que todo lo ve en las iglesias cristianas, una de ellas es la Iglesia de San Juan Bautista en Francia, específicamente en Alsacia fundada en 1763, fecha en la cual se estima que fue creada la secta illuminati, pues se relaciona con la fundación de los Bávaros illuminati en el año 1776. La creencia masónica tiene mucho que ver con esta hipótesis.

La adopción del ojo que todo lo ve en la Masonería

Cuando vemos al ojo panóptico, en seguida pensamos en la antigua religión masónica y en los illuminati, es algo que no se puede evitar debido a la cantidad de historias y leyendas que estas poseen y cuya representación es esta imagen milenario. El ojo que todo lo ve es conocido en la masonería como el Delta luminoso, esto es porque el globo ocular tiene la forma de la letra (Δ) denominada Delta en el abecedario griego y que a su vez, materializa al gran arquitecto del universo. Al igual que la religión cristiana, este símbolo se relaciona con la omnipresencia.

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Durante los rituales masónicos, el signo ocular se debe colocar en la parte superior y central de la sala, justo en el ala dirigida hacia el oriente ubicado entre el sol y la luna. ¿Por qué se debe ubicar en el oriente de la estancia? Porque solo así su lado luminoso y solar incrementa su poder. Este punto cardinal es clave para todos los rituales masónicos. Muchas personas asocian a la masonería con los illuminati y esto es debido a su conexión con la geometría y secretos que ambas culturas poseen.

Los illuminati son conocidos como una secta secreta que forma parte de la Élite que gobierna a todo el mundo, se dice que hay miles de infiltrados en los gobiernos existentes para controlar la economía, administración y políticas de todos los países, de manera que al final, en vez de tener diferentes gobernantes, en realidad somos el títere de un grupo de personas poderosas ocultas tras apellidos de renombre y acciones aparentemente desinteresadas. El símbolo que caracteriza a los Illuminati es un ojo, casualmente encerrado en una pirámide, es decir, un triángulo.

Tiene demasiadas similitudes con el ojo que todo lo ve y quizás por eso se ha malinterpretado su verdadero significado. En la secta Illuminati, esta insignia  representa la observancia de un grupo poderoso, es la viva muestra de que nos tienen vigilados y que no podemos hacer algo a sus espaldas, pues ellos estarán un paso delante de nosotros.

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El Hinduismo y su relación con el ojo de la providencia

Puede que muchos no conozcan la existencia del Rigveda, un libro arcaico cuya antigüedad data de los 3000 A.C. Allí se narra la historia de la religión Hindú y sus diferentes deidades, entre ellas, algunas que hacen referencia a un símbolo ocular que llegó a regir todo lo existente en su momento. Es aquí donde debemos mencionar al Dios Shiva, una mujer de carácter que poseía un tercer ojo en la frente, se dice que muchos temían que este se abriera, porque se desatarían desastres horribles.

Gracias a este tercer ojo, el Dios Shiva poseía un poder ilimitado, podía observar todo lo que los humanos hacían y actuar de acuerdo a las decisiones de estos, por eso se considera que ella tenía el ojo que todo lo ve, pues sus características tienen demasiadas similitudes con la definición original y de las demás religiones que adoptaron esta alegoría en sus culturas y ritos. El Dios Shiva es venerado por su relación con la sabiduría, entendimiento, compasión y la iluminación divina.

Budismo y el Medio Oriente en relación con el ojo que todo lo ve

Buda es la deidad principal de Budismo, es considerado como la visión del mundo, aquel que tiene el poder para verlo todo, que todo lo sabe y conoce. La figura de Buda se basa en un hombre con mirada al frente y un ojo de oro en la frente, justo en el centro de las cejas, haciendo alusión al ojo de la providencia. También se puede decir que tiene la mirada iluminada, relacionando esto con el final de la vida, el despertar de un nuevo mundo donde solo hay paz y la maldad ha sido erradicada.

Con respecto al Medio Oriente, el ojo que todo lo ve es un sinónimo del atributo Hamsa, Hamesh o Khamsa, el cual es conocido en todas las religiones del Medio Oriente, no solo en el judaísmo. Se trata de un ojo que se encuentra en medio la palma de una mano, esto suele colocarse en las entradas de las casas o simplemente se lleva consigo como un amuleto para la suerte y protección. Este ojo es capaz de ver todo a nuestro alrededor y protegernos en todo momento, por eso se dice que ubicarlo en la entrada de las viviendas hará que nadie con malas intenciones intente ingresar.

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Este amuleto también se relaciona con el mal de ojo, de hecho, en muchos lugares se habla de él como el ojo turco, pues es el encargado de alejar todos los malos pensamientos o miradas cargadas con energías negativas que producen enfermedades extrañas motivadas a las malas intenciones de nuestros enemigos. Son muchas las personas que creen en el mal de ojo y han buscado la solución adquiriendo un ojo turco, logrando así la finalización de sus enfermedades en conjunto con rezos y ritos de acuerdo a sus culturas.

Este modelo tiene su origen en lo que conocemos como la antigua Mesopotamia, pues la mano de Ishtar era la encargada de brindar protección divina. También es importante destacar el hecho de que en el antiguo Ecuador también existía la creencia del ojo que todo lo ve, pues en 1984 se descubrió una pirámide de piedra negra y que poseía un ojo justo en el ápice. El artefacto consta de 13 niveles de piedra negra con incrustaciones en oro que brillan con el contacto de la luz, sin embargo, lo que más llama la atención es el gran ojo con similitudes al ojo panóptico.

Aparición del ojo que todo lo ve en la farándula mundial

Con el pasar de los años “el ojo de Horus” dejó de ser un simple símbolo de culturas y religiones y empezó a aparecer prácticamente en todos lados, incluso hay artistas que lo han incluido en las portadas de sus discos más famosos, fashionistas que lo han tomado para llamar aún más la atención en sus colecciones de ropa, etc. Actualmente podemos ver este emblema en muchas vestimentas casuales o deportivas y todo esto comenzó desde los año 60 – 70 en sitios recónditos pero que poco a poco fueron llamando la atención del mundo.

Madonna ha empleado esta insignia en diferentes oportunidades, incluso llegó a posar para varias fotografías vistiendo una chaqueta que portaba el ojo que todo lo ve en la espalda. El álbum musical “Dangerous” del legendario Rey del Pop Michael Jackson no solo hace referencia a este símbolo sino a otros más de diferentes leyendas del mundo. Lady Gaga no se queda atrás, pues en uno de sus Shows hizo que sus bailarines se colocaran chaquetas azules con el distintivo del ojo que todo lo ve justo en la parte trasera, siendo lo más destacable de la noche aparte de su performance.

No es la primera vez que Lady Gaga hace este tipo de insinuaciones respecto a esa simbología milenaria, de hecho, en varias oportunidades ha hecho sesiones de fotos en las que incluye el famoso triangulo iluminati o simplemente maquilla sus párpados adornando un ojo en cada uno y mantiene los ojos cerrados para que el maquillaje pueda notarse con mayor claridad y facilidad.

Con todo lo que hemos explicado con anterioridad ya podemos tener una idea de lo que significa el ojo que todo lo ve en las diferentes culturas, el impacto que ha tenido en la sociedad y sus verdaderos objetivos. Es un símbolo de fe, benevolencia, protección, observancia, iluminación y divinidad. Algunos incluso lo llaman el tercer ojo de la sabiduría que todos poseemos pero que no cualquiera logra abrir. Otros dicen que se trata de una efigie que promueve la observancia global de un grupo de personas para mantenernos engañados.

Pese a cualquier definición, hay algo que no podemos negar y es que el ojo que todo lo ve es sumamente poderoso, puede que muchos no lo entiendan, pero está ahí, latente en todo el mundo y obteniendo cada vez más poder, más seguidores y abarcando cada vez más territorios en el planeta.

https://www.youtube.com/watch?v=Tdx2_8M8eYo