MISTERIO

Documento insta a considerar la seguridad sanitaria ante el contacto con OVNIs

El reciente reconocimiento gubernamental de los OVNIs, ahora transmutados en Fenómenos Anómalos No Identificados (UAPs), ha llevado a no solo considerar las implicaciones aeroespaciales, sino también las potenciales amenazas anómalas a la salud de quienes se encuentran con ellos.

UAPs.

Crédito: MysteryPlanet.com.ar.

Así se lee en un nuevo documento publicado hace unas horas por la Fundación Sol, un grupo bajo la dirección de expertos académicos y gubernamentales comprometidos profesionalmente en el estudio del fenómeno, como el Dr. Garry Nolan del Departamento de Patología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.

El escrito examina las afirmaciones en la legislación reciente sobre UAPs (NDAA 2024), que mencionan explícitamente «efectos biológicos invasivos» y «evidencia biológica de inteligencias no humanas». En base a esto, pone a consideración las amenazas hipotéticas a la salud vinculadas al fenómeno y recomienda estrategias para mejorar la preparación de Estados Unidos para estos escenarios de baja probabilidad pero alto impacto.

«Los efectos biológicos relacionados con los UAPs pueden considerarse un caso especial del desafío más amplio de las “amenazas anómalas a la salud”, que pueden abarcar desde la exposición a radiación o armas de energía dirigida hasta agentes biológicos no convencionales», explica la Fundación Sol. «Los marcos existentes de biodefensa y seguridad sanitaria de Estados Unidos tienen lagunas en su capacidad para detectar y responder a amenazas de salud verdaderamente anómalas».

Es por esta razón que recomienda al gobierno asignar la responsabilidad a la Dirección de Seguridad Global de la Salud y Biodefensa del Consejo de Seguridad Nacional (NSC). Asimismo, insta a establecer un grupo de trabajo interinstitucional para coordinar los esfuerzos para evaluar y responder a todas las amenazas anómalas a la salud.

Cabe recordar que a través de la historia varios encuentros cercanos han terminado con testigos heridos (cicatrices o marcas), víctimas de extrañas afecciones, o hasta fallecidos —incluyendo pilotos de combate—. Más recientemente, el Dr. Nolan ha analizado mediante resonancia magnética los cerebros de pilotos expuestos a UAPs, obteniendo asombrosos y preocupantes resultados.

Por MysteryPlanet.com.ar.