MISTERIO

Cientos de momias y la pirámide de una reina desconocida son halladas en Saqqara

Arqueólogos han desenterrado la pirámide de una antigua reina egipcia nunca antes conocida; un alijo de ataúdes, momias y artefactos; y una serie de túneles interconectados.

Una pirámide construida para la reina Neith fue uno de los muchos descubrimientos que hicieron los arqueólogos durante la excavación. Crédito Zahi Hawass.

Durante los últimos dos años, se han estado llevando a cabo trabajos en Saqqara, un sitio arqueológico en Guiza, a unos 32 kilómetros al sur de El Cairo. Recientemente, descubrieron un tesoro de ataúdes y momias, que pueden pertenecer a algunos de los generales y asesores más cercanos del rey Tutankamón durante su reinado (1.333 a.C. hasta su muerte en 1323 a.C.).

Los arqueólogos también centraron su atención en una pirámide cercana, que perteneció a Teti, el primer rey de la Dinastía VI de Egipto.

«Teti fue adorado como un dios en el período del Imperio Nuevo, por lo que la gente quería ser enterrada cerca de él», explicó el célebre egiptólogo Zahi Hawass, quien está trabajando en la excavación y que anteriormente se desempeñó como Ministro de Antigüedades de Egipto. «Sin embargo, la mayoría de los entierros conocidos en Saqqara anteriormente eran del Imperio Antiguo o del Período Tardío. Ahora hemos encontrado 22 pozos interconectados, que van desde 9 a 18 metros de profundidad, todos con sepulturas del Imperio Nuevo» (también conocido como el Imperio Egipcio, el período del Imperio Nuevo duró desde el siglo VI a.C. hasta el siglo XI a.C.).

Enterrado dentro de estos pozos, los arqueólogos encontraron un «enorme sarcófago de piedra caliza» junto con «300 hermosos ataúdes del período del Imperio Nuevo», añadió Hawass.

El egiptólogo Zahi Hawass y una de las momias descubiertas en Saqqara, un sitio de excavación en las afueras de El Cairo. Crédito: Zahi Hawass.

«Antes no se sabía que los entierros de este periodo fueran comunes en el área, por lo que esto es completamente exclusivo del sitio», continuó. «Los ataúdes tienen rostros individuales, cada uno único, que distingue entre hombres y mujeres, y están decorados con escenas del Libro de los Muertos —un texto funerario del antiguo Egipto—. Cada ataúd también tiene el nombre del difunto y, a menudo, muestra a los Cuatro Hijos de Horus, que protegían los órganos de los difuntos».

Si el descubrimiento de los ataúdes no fue lo suficientemente asombroso, cuando los investigadores levantaron sus tapa se sorprendieron al encontrar las momias en buenas condiciones, incluso después de todos estos siglos.

«Esto muestra que la momificación alcanzó su punto máximo en el Imperio Nuevo», dijo el egiptólogo. «Algunos ataúdes tienen dos tapas, y el ataúd más asombroso hasta ahora tiene una máscara de mujer hecha completamente de oro macizo».

Este noviembre se cumplieron 100 años del descubrimiento de la tumba de Tutankamón. Si bien el aniversario de la apertura de la tumba se cumplirá en febrero próximo (2023).

«Dentro de los ataúdes y los pozos de las tumbas también hay varios artefactos, incluidos juegos como el antiguo juego de Senet, shabtis (pequeñas figurillas), estatuas del dios Ptah-Sokar e incluso un hacha de metal encontrada en la mano de un soldado del ejército».

Además, los investigadores encontraron una pirámide que conmemora a una reina cuya identidad se desconocía anteriormente.

«Desde entonces hemos descubierto que su nombre era Neith y que nunca antes había sido conocida por los registros históricos», precisó Hawass. «Es asombroso reescribir literalmente lo que sabemos de la historia, agregando una nueva reina a nuestros registros».

Una selección de los ataúdes y antigüedades encontrados en el sitio de excavación se exhibirá en el Gran Museo Egipcio en Guiza, cuya inauguración está programada para el próximo año.

Fuente: Live Science. Edición: MP.