Arqueólogos descubren importante relicario cristiano de 1.500 años
El objeto está grabado con escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento, como la entrega de las tablas con los diez mandamientos a Moisés en el monte Sinaí y la Ascensión de Cristo.
El hallazgo tuvo lugar en Irschen, una localidad en el valle de Drava en Carintia, Austria.
«Hacia el final del Imperio romano, la inseguridad creció en las provincias fronterizas, incluyendo la actual Austria. A partir del siglo IV, los habitantes fundaron asentamientos en colinas para defenderse mejor y abandonaron los valles», describió el arqueólogo Gerald Grabherr de la Universidad de Innsbruck. «En el año 610, la batalla de Aguntum, cerca de Irschen, vio un ejército eslavo enfrentarse a los bávaros, resultando en el fin de la influencia mediterránea y cristiana en la región, siendo reemplazada por la religión eslava».
El 4 de agosto de 2022, el equipo de Grabherr —que ha estado investigando la zona desde 2016— descubrió un relicario bajo el altar de mármol de una capilla lateral en una iglesia paleocristiana en Burgbichl, sitio que antaño supo ser uno de los susodichos asentamientos en las colinas.
El relicario estaba muy fragmentado, empero, lo identificaron rápidamente como una píxide de marfil ricamente decorada con motivos cristianos. Un hallazgo que es el primero de su tipo en Austria.
«A nivel mundial, conocemos aproximadamente 40 de estas cajas de marfil; en excavaciones, la última se encontró hace alrededor de 100 años. Las pocas píxides que existen se conservan en tesoros catedralicios o se exhiben en museos», explicó el arqueólogo.
Originalmente, las píxides (del griego, pyxís-ídos, ‘caja pequeña’) eran usadas en la antigua Grecia y Roma para guardar cosméticos, joyas o medicamentos. En el contexto cristiano, adquirieron una función litúrgica asociada al ciborio. Las píxides hechas de marfil y decoradas con elaborados diseños eran comunes en los siglos posteriores al Imperio romano.
Representaciones bíblicas
Desde su descubrimiento, el relicario de marfil, de unos 1.500 años de antigüedad y muy frágil, ha sido conservado en la Universidad de Innsbruck.
«El marfil enterrado absorbe la humedad del entorno, volviéndose muy suave y susceptible a daños. Un secado incontrolado puede causar encogimientos y grietas irreversibles», comentó Ulrike Töchterle, jefa del taller de restauración en Innsbruck.
El equipo ha conservado los fragmentos de la píxide durante dos años, sometiéndolos a un proceso de secado cuidadoso y prolongado. Y si bien los fragmentos más grandes están deformados, impidiendo restaurar el objeto a su estado original, los investigadores están trabajando en una reconstrucción 3D.
Por lo pronto, han identificado un grabado que muestra una figura al pie de una montaña, mirando hacia otro lado, con una mano que emerge del cielo y coloca algo entre los brazos de la figura.
«Es la representación típica de la entrega de las leyes a Moisés en el monte Sinaí, del Antiguo Testamento», señaló Grabherr.
Siguen otras figuras bíblicas, culminando con un hombre en un carro tirado por dos caballos, ascendido al cielo por una mano que emerge de las nubes.
«Sospechamos que representa la Ascensión de Cristo, uniendo escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, algo común en la Antigüedad tardía, aunque la representación de la Ascensión con una biga es muy singular», añadió el experto.
Investigaciones adicionales
Actualmente, se están llevando a cabo más estudios científicos sobre el relicario de Irschen, incluyendo la determinación exacta del origen del mármol del altar donde yacía mediante análisis de isótopos estables.
«Asimismo, estamos estudiando los componentes metálicos de las bisagras de la píxide y el adhesivo usado para el marfil», destacó Töchterle.
Se han encontrado partes de madera en la caja, probablemente del cierre de la píxide, que también se están analizando para determinar su origen y antigüedad.