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Incluso un conflicto nuclear limitado podría «romper» el clima de la Tierra

Dos potencias nucleares están viviendo una escalada de tensiones que no se daba en décadas. India y Pakistán están al borde de una nueva guerra. Y si bien este conflicto regional ya es preocupante, los científicos climáticos advierten que si cualquiera de las dos naciones usa solo una pequeña porción de su arsenal nuclear, la situación podría escalar a una catástrofe ambiental y humanitaria global.

El pasado 26 de febrero aviones indios se adentraron 80 kilómetros en territorio pakistaní en el marco de una operación antiterrorista para bombardear un campamento del grupo yihadista Jaysh -e- Mohammed, que menos de dos semanas atrás había cometido en Pulwama el atentado más letal contra fuerzas indias en décadas. Murieron 42 soldados, y supuso el punto de inflexión en una guerra asimétrica que Pakistán lleva realizando desde 2003 contra India a través de grupos islamistas y separatistas en la región disputada de Jammu y Cachemira.

A pesar de que India justificó la violación de la soberanía territorial de Pakistán con que se trataba de una operación anti-terrorista, el gobierno pakistaní vio la operación como una agresión que no se daba desde la guerra de 1971; ni siquiera durante la guerra de Kargil en 1999 aviones indios entraron en territorio pakistaní. Esa misma noche, el ejército de Pakistán inició una serie de ataques a lo largo de la frontera militar que divide ambos países, dando lugar a una escalada de hostilidades que, en este momento, no sabemos cómo puede terminar.

Fuerzas de Seguridad Indias en la frontera con Pakistán, 26 de febrero de 2019.

Ambas naciones poseen entre 140 y 150 armas nucleares. Y a pesar que un conflicto que las involucre es improbable, los líderes pakistaníes dicen que sus militares se están preparando para «cualquier eventualidad», y los indios han puesto a sus fuerzas en estado de alerta.

Con esto último en mente, los científicos han modelado el escenario resultante de un intercambio de bombas nucleares entre India y Pakistán, lo que técnicamente sería una «guerra regional». En tal escenario, cada país intercambiaría unas 50 bombas —menos de la mitad de su arsenal total— con una capacidad similar a aquella que explotó en Hiroshima, o cerca de 15 kilotoneladas de TNT.

El fino hollín en la estratosfera impediría que parte de la luz solar alcance la superficie. Durante los 5 años posteriores a los ataques nucleares, los inviernos serían 2.5 grados Celsius más fríos y los veranos de 1 a 4 grados Celsius más fríos.

Las explosiones liberarían unos 5 millones de toneladas de humo en el aire, desatando décadas de un invierno nuclear. Este efecto colateral eliminaría del 20 al 50 % de la capa de ozono sobre las áreas pobladas y la temperatura de la superficie se enfriaría a un nivel nunca visto en el último milenio. En última instancia, este cambio alteraría por completo la temporada de cultivos, conduciendo a lo que los estudiosos llaman «hambruna global nuclear».

«El peligro de un invierno nuclear ha sido poco entendido —paupérrimamente entendido— tanto por los políticos como por el público en general», dice Michael Mills, autor principal perteneciente al Centro Nacional de Investigación Atmosférica de EE.UU. «Hemos alcanzado el punto en que las armas nucleares no son una opción a utilizar debido a sus impactos globales».

De hecho, el impacto sería tal que el planeta no volvería a la «normalidad» hasta pasados 25 años.

Fuente: ScienceAlert.

Fuente: https://mysteryplanet.com.ar/site/incluso-un-conflicto-nuclear-limitado-podria-romper-el-clima-de-la-tierra/

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