MISTERIO

La inesperada conexión entre el tío de Donald Trump y los documentos de Nikola Tesla

La historia de la ciencia y la tecnología está repleta de personajes intrigantes y momentos inesperados. Uno de esos momentos ocurrió después de la muerte del legendario inventor Nikola Tesla, cuando sus documentos fueron analizados por un hombre que más tarde se convertiría en una figura indirectamente relacionada con la presidencia de Estados Unidos: el tío de Donald Trump.

John G. Trump y Nikola Tesla.

John G. Trump y Nikola Tesla.

Nikola Tesla: un genio solitario

Nacido en 1856 en lo que hoy es Croacia, Nikola Tesla fue un inventor y pionero en la ingeniería eléctrica y mecánica. Contribuyó significativamente al desarrollo de la corriente alterna (CA), la radio, y la tecnología de transmisión inalámbrica de energía.

Sus ideas estuvieron claramente adelantadas a su tiempo, muchas de las cuales no fueron completamente comprendidas o apreciadas durante su vida. Al menos no oficialmente, ya que detrás de bambalinas, las altas esferas se interesaron tanto que hicieron algo muy llamativo tras el deceso del genio.

La muerte de Tesla y el misterio de sus documentos

Tesla falleció el 7 de enero de 1943 en la habitación 3327 del Hotel New Yorker en Nueva York. Al momento de su muerte, estaba prácticamente arruinado y vivía en un relativo anonimato, aunque dejó una vasta colección de documentos, notas y dispositivos que despertaron la curiosidad de diversas agencias gubernamentales.

El gobierno de Estados Unidos, preocupado por la posible utilización de los inventos de Tesla en tiempos de guerra —especialmente durante el apogeo de la Segunda Guerra Mundial— intervino rápidamente. La Oficina de Propiedad Extranjera (OAP) se encargó de confiscar todos sus documentos, en busca de cualquier cosa que pudiera ser de valor militar o estratégico.

John G. Trump: el científico en la sombra

John George Trump, tío del expresidente Donald Trump, fue un respetado ingeniero e inventor que trabajó en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Especializado en la física de la alta tensión y la tecnología de rayos X, fue precisamente él a quien convocaron para analizar y evaluar los materiales confiscados al brillante serbocroata. Su misión era determinar si las notas de Tesla contenían información que pudiera ser útil para el esfuerzo bélico de Estados Unidos o bien representaran un avance tecnológico significativo.

Después de un análisis detallado, John G. Trump informó que, aunque Tesla fue una verdadera luminaria, muchos de sus proyectos no eran prácticos o no presentaban un valor inmediato para el desarrollo de nuevas tecnologías bélicas. En su reporte, afirmó que los documentos «no contenían nada que pudiera representar una amenaza para la seguridad nacional» o una ventaja considerable para los esfuerzos militares.

Este análisis permitió que muchos de los documentos fueran eventualmente liberados y depositados en museos y archivos (descargables aquí), donde han sido estudiados por historiadores y entusiastas de la tecnología.

¿Destruyó Tesla los documentos que quería el gobierno?

En 2016, el FBI desclasificó archivos que mencionan explícitamente el interés del gobierno por el llamado «Rayo de la Muerte» o «teleforce». El propio Tesla lo describía de la siguiente manera:

«Mi aparato proyecta partículas que pueden ser relativamente grandes o de dimensiones microscópicas, permitiéndonos transmitir a una pequeña área a gran distancia trillones de veces más energía de lo que es posible con rayos de cualquier tipo. De esta manera, se pueden transmitir muchos miles de caballos de fuerza a través de un flujo más delgado que un cabello, de modo que nada puede resistir. La boquilla enviaría haces concentrados de partículas a través del aire libre, con una energía tan tremenda que derribarán una flota de 10.000 aviones enemigos a una distancia de 200 millas de la frontera de una nación defensora y harán que los ejércitos caigan muertos en su camino».

En una carta dirigida al entonces director del FBI, John Edgar Hoover, se lee que esta tecnología podría ser de «vital importancia» para el Departamento de Defensa estadounidense, así como para las «naciones ahora controladas por dictadores dementes».

No obstante, en ninguno de los archivos desclasificados (descargables aquí) por el FBI se habla sobre la recuperación de algún documento referente a cómo construir esta poderosa arma disuasiva que, de acuerdo a su propio inventor, pondría «fin a todas las guerras» si todas las naciones se hicieran con ella —porque la existencia de un arma tan implacable disuadiría cualquier intento de agresión, ya que ningún ejército o flota aérea podría enfrentarse a ella sin ser aniquilado al instante—.

Nota en revista Liberty, 9 de febrero de 1935.

Muchos afirman que, a sabiendas que su invento podría haber sido mal utilizado si cayera en las manos equivocadas, Tesla finalmente decidió destruir todo texto u artefacto sobre el «rayo de la muerte» y tecnologías con potencial igualmente destructivo. Es por esta razón que el tío de Donald Trump no habría encontrado lo que el gobierno de EE.UU. realmente buscaba en su labor confiscatoria post mortem.

Aún así, esto último nunca lo sabremos con certeza. Según pudo averiguar el sitio especializado en desclasificación The Black Vault, los archivos originales referentes a la incursión de John G. Trump en los papeles dejados por el genio serbocroata fueron posteriormente destruidos.

El legado y las conexiones inesperadas

La conexión entre Nikola Tesla y el tío de Donald Trump es una de esas curiosidades históricas que subraya cómo las vidas de grandes personajes pueden entrelazarse de maneras inesperadas. John G. Trump continuó con su carrera académica y de investigación, haciendo contribuciones significativas en el campo de la ingeniería eléctrica y la física aplicada.

Por otro lado, Tesla sigue siendo una figura icónica en la cultura popular y la historia de la ciencia, celebrado por su genialidad y su visión futurista. La intervención del gobierno estadounidense y el análisis de John G. Trump agregan una capa adicional de misterio y fascinación a la ya rica historia de Tesla.

Por MysteryPlanet.com.ar.