Inteligencia artificial voló un avión de combate F-16 modificado durante más de 17 horas
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), el principal brazo de investigación y desarrollo del ejército de EE.UU., voló un avión de combate F-16 por primera vez utilizando tecnología de inteligencia artificial (IA).
Hasta ahora, los programas de IA solo habían volado versiones simuladas del F-16. Esta semana, sin embargo, DARPA anunció que su programa Air Combat Evolution (ACE) había progresado para volar un F-16 Fighting Falcon real.
En diciembre, los desarrolladores de algoritmos de ACE instalaron su programa de piloto de combate en un avión de prueba F-16 especialmente modificado conocido como X-62A o VISTA (Variable In-flight Simulator Test Aircraft). Luego, con el fin de probarlo, se envió este modelo F-16 impulsado por IA a la Escuela de Pilotos de Prueba (TPS) de la Fuerza Aérea en la Base de la Fuerza Aérea Edwards, California.
«Gracias al excelente trabajo en equipo hemos progresado rápidamente en la Fase 2 en todas las áreas del programa ACE», dijo el teniente coronel Ryan ‘Hal’ Hefron, quien aclaró que la disponibilidad del avión de prueba VISTA permitió que el programa omitiera las pruebas planificadas de IA de un modelo de avión de subescala y pasara directamente a colocarse en un F-16 funcional a gran escala —ahorrándose al menos un año de desarrollo—.
Los aviones de combate impulsados por IA podrían algún día reemplazar a los pilotos humanos. ACE ya demostró la ventaja competitiva que tiene la IA en los combates aéreos simulados contra pilotos humanos.
En agosto de 2020, el programa organizó las Pruebas AlphaDogfight, en las que los programas de IA compitieron entre sí, y el ganador avanzó para enfrentarse cara a cara contra un experimentado piloto humano de F-16 en un simulador de vuelo. En el evento final, un programa de IA desarrollado por Heron Systems venció al piloto humano 5-0.
Aunque la IA barrió al piloto humano en los combates aéreos simulados, no enfrentaba algunas de las mismas variables del mundo real que pueden afectar esos resultados.
«Recordemos que esto era una simulación, un juego, las máquinas tenían información de estado perfecta y en el mundo real la información perfecta es algo que nunca se tiene», dijo Hefron.
El equipo de ACE observó algunas diferencias en el rendimiento del programa de IA en vuelos simulados y en las pruebas de la vida real.
«No tuvimos ningún problema importante, pero encontramos algunas diferencias en comparación con los resultados basados en simulación, lo cual es de esperar al pasar de lo virtual a lo real», detalló el teniente. «Esto destaca la importancia no solo de probar en vuelo las capacidades autónomas avanzadas, sino también de hacerlo en bancos de pruebas como VISTA, lo que permite aprender rápidamente lecciones e iterar a un ritmo mucho más rápido que con otros vehículos aéreos».
Todavía no está claro cómo las diferencias en el rendimiento simulado y en la vida real pueden afectar la seguridad, el vuelo y la eficiencia de combate de la IA. Lo cierto es que estas últimas ciertamente podrían tener varias ventajas sobre los pilotos humanos. Por ejemplo, se eliminarían las limitaciones físicas que afectan a un ser humano —como los impactos de las maniobras de alta G—, y además se ahorraría dinero en costos de capacitación.
Según un estudio RAND de 2019, cuesta en promedio alrededor de $5,6 millones capacitar a un piloto en las calificaciones básicas para volar un F-16.
Fuente: Atlas News. Edición: MP.