Fotografían el nacimiento de un planeta por primera vez
Probablemente es nublado, más caliente que Mercurio y más grande que Júpiter.
Antes, el nacimiento de un nuevo planeta se captaba de manera indirecta. El resplandor de las estrellas cercanas suele ser tan potente que ningún telescopio podía detectarlos.
Pero este es ya un problema del pasado… «Después de más de una década de enormes esfuerzos para construir esta máquina de alta tecnología, SPHERE nos permite recoger nuevos frutos con el descubrimiento de planetas bebés», anunció Thomas Henning, director del Instituto Max Planck de Astronomía, en la web del European Southern Observatory (ESO).
SPHERE es la sigla en inglés de «Instrumento de búsqueda de exoplanetas de alto contraste espectropolarimétrico», un dispositivo que bloquea la región central de las estrellas para reducir la cantidad de luz que emanan y poder ver con detalle los objetos que la circundan.
«¿Alguna vez has tratado de bloquear la luz del sol con el pulgar? Si lo has hecho, entonces es probable que hayas notado un anillo de luz cegadora alrededor de tu dedo sombreado», explica el ESO.
Es por esta razón que en el centro de la fotografía se ve un punto negro. Allí, los científicos bloquearon la luz de la estrella en cuestión, conocida como PDS 70, una estrella enana con menos de diez millones de años. Alrededor, se puede ver el disco de gas y polvo que la rodea, y un punto amarillo a la derecha del punto negro, que corresponde al nuevo planeta, al que se le puso el nombre de PDS 70b.
Los investigadores también encontraron que el planeta está tan lejos de su estrella como Urano del Sol en nuestro sistema solar, a 3.000 millones de kilómetros. Además, un año dentro de este planeta corresponde a 118 años terrestres. Es decir, ese es el tiempo que se tarda PDS 70b en dar una vuelta alrededor de PDS 70.
Se cree que la temperatura exterior de este planeta excede los 1.000 grados centígrados, mucho más que cualquiera de los planetas de nuestro sistema solar.
¿Cómo nacen los planetas?
La teoría más aceptada es que los planetas se crean a partir del material que queda cuando se forma una estrella. Compuesto de gas y polvo en su mayoría, el nuevo planeta órbita alrededor de la estrella en un disco ancho. Con el tiempo, pedazos de esos restos colisionan y, mientras más grandes se vuelven, más gravedad tienen y más desechos adicionales atraen, incluidos otros planetas en proceso de formación.
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Los científicos solo tienen como ejemplo nuestro propio sistema solar para construir esta teoría. Por eso, poder visualizar planetas como el PDS 70b en las primeras etapas de su desarrollo ayudará a los astrónomos a comprender más este proceso.
Fuente: ESO/BBC.
Fuente: Mysteryplanet