«Suena como un animal»: astronautas de Crew Dragon describen su reingreso a la atmósfera terrestre
La histórica misión Demo-2 tuvo gran éxito, pero el volver al planeta Tierra siempre es un viaje turbulento.
Los astronautas Bob Behnken y Doug Hurley dijeron que sintieron sacudones, temblores y volteretas a medida que la cápsula, apodada Endeavour, regresaba a nuestro mundo el domingo pasado, en lo que fue el final perfecto para la primera misión tripulada de SpaceX.
«La atmósfera hace ruido; uno puede escuchar el retumbo afuera del vehículo», dijo Behnken durante una conferencia de prensa que tuvo lugar hoy (4 de agosto). «Suena como un animal, con todas las ráfagas y el ruido atmosférico, que gana magnitud durante el descenso a través de ella».
El Dragón ha amerizado! Bienvenidos a casa @AstroBehnken y @Astro_Doug. #splashdown #spacex #nasa #demo2 #crewdragon pic.twitter.com/qNzQovPDDz
— Mystery Planet (@MysteryPlanet) August 2, 2020
Y aunque parezca tentador mirar hacia fuera por la ventanilla cuando se está a punto de amerizar, los astronautas eligieron no hacerlo. La única vista disponible en la nave está cerca de los pies de los tripulantes, quienes comentaron que les pareció mejor idea monitorear sus pantallas en lugar de inclinar sus cabezas.
«No parecía la cosa más inteligente para hacer cuando el vehículo comenzaba a maniobrar. En ese punto, tratábamos de asegurarnos que estábamos bien sujetados», dijo Behnken.
Los sonidos y sensaciones fueron normales, familiares para dúo que, en conjunto, ya tenía en su haber cuatro vuelos espaciales, los cuales emplearon los ahora retirados transbordadores espaciales.
Pero, aún así, el regreso de Demo-2 a la Tierra fue salvaje. La separación del «baúl» de servicio de la tripulación previo a la reentrada se sintió «como si alguien te golpeara el respaldo de tu silla con un bat de béisbol», contó Behnken. «El despliegue de los paracaídas produjo un tirón significante», agregó.
Y los astronautas ciertamente también sintieron el golpe contra el océano antes que el agua se viera sobre las ventanillas.
«Uno puede ver desde la vista general de la cápsula que la reentrada es un entorno muy demandante, con ráfagas abrasadoras envolviendo el vehículo», dijo Hurley.
Pero con todas las vistas y sonidos que experimentaron durante la reentrada, los astronautas se perdieron de un hecho que tuvo lugar frente a las cámaras de televisión a los pocos minutos del amerizaje, en la costa de Pensacola. Mientras el barco de recuperación trabajaba para asegurar la Endeavour, varias docenas de botes privados se amontonaron alrededor, desafiando las órdenes de la Guardia Costera de EE.UU.
Según cuentan, no pudieron percatarse de esto hasta que fueron remolcados hacia el barco de SpaceX y salieron de la cápsula.
NASA, SpaceX y las Guardia Costera han dicho que planean hacer cambios para los futuros amerizajes a fin de prevenir que se cuelen estos botes otra vez, citando preocupaciones sobre su seguridad. Por ejemplo, luego de posarse sobre el océano, las tripulaciones de recuperación registraron niveles elevados de tetróxido de nitrógeno alrededor de la cápsula, un poderoso oxidante, altamente tóxico y corrosivo que posee un gran riesgo para la gente que se acerque sin protección (protección que sí tenían los astronautas y la tripulación de recuperación).
Salvo esto último, Hurley y Behnken dijeron que la misión salió tan bien como la mejor simulación posible que habían experimentado —en total oposición a aquellas donde aprendieron a lidiar con fallas y dificultades—. Hurley destacó que estaba particularmente sorprendido de que los paracaídas de la Dragon se hubieran desplegado exactamente en el momento adecuado, dado que la dinámica atmosférica es difícil de predecir para una nave nueva.
¿Qué sigue?
Los dos astronautas que recién regresaron a casa se encontrarán la próxima semana con la tripulación de cuatro personas que integrará la siguiente misión Crew Dragon, conocida como Crew-1. Esta misión será la primera operacional de SpaceX a la Estación Espacial Internacional y está programada para lanzarse a finales de septiembre.
No obstante, este próximo lanzamiento no ocurrirá hasta que la NASA y SpaceX hayan examinado los datos de Demo-2 en detalle. Los miembros del equipo harán esto durante varias semanas de reuniones informativas de rutina, lo que les dará la oportunidad de avanzar sobre problemas menores y «lesiones aprendidas» gracias a la misión de prueba.
Fuente: Space.com. Edición: MP.