¿Qué hacen miles de restos de anfibios y peces en pleno desierto del Sahara?
Investigadores han encontrado los restos de casi 18.000 animales, muchos de ellos anfibios y peces, consumidos hace unos 10.000 años en una cueva de Libia.
El Sahara es uno de los desiertos más conocidos del mundo, bajo él se han desenterrado innumerables tesoros, incluyendo templos, pirámides y ciudades enteras. Pero además de estos tesoros de antiguas civilizaciones, sus arenas esconden una historia más arcaica, verde y acuática.
Se cree que el desierto se formó a causa de una glaciación (hace dos o tres millones de años) o bien después de que el Monzón se debilitara cuando se secó el mar de Tetis (hace siete millones de años). Pero, sea como sea, se sabe que cada 20.000 años el Sahara pasa de ser un lugar desértico a uno verde, recorrido por sabanas, en respuesta a un ciclo de similar duración en el que el eje de la Tierra cambia su orientación a causa de la precesión.
La última vez que el Sahara estuvo verde fue hace 4.000 a 10.000 años —con 10 veces más lluvia que ahora— y la próxima ocasión en la que lo estará será dentro de unos 15.000.
El último gran cambio ocurrió al final del último periodo glacial, en torno al año 8.000 o 6.000 antes de Cristo. Después de que fundieran los casquetes polares al norte del planeta, la parte septentrional del desierto se secó, pero no fue hasta dos milenios más tarde cuando el Monzón se retiró con sus precipitaciones más al sur, hasta donde está hoy, dejando el desierto tal como lo conocemos.
Peces, reptiles, moluscos y anfibios
Un estudio que se acaba de publicar en la revista PLOS ONE ha identificado miles de restos de animales en el antiguo refugio humano de Takarkori, al suroeste de Libia, que se remontan hasta el momento en que el desierto estaba comenzando a avanzar, a comienzos del Holoceno. Entre estos hay reptiles, moluscos, anfibios y, sobre todo, peces, y muestran que, con el tiempo y a medida que la región se volvía más árida, los pobladores humanos de entonces fueron cambiando su dieta.
La región de Tadrart Acacus, al oeste de Libia y cerca de la ciudad de Ghat, es hoy un ambiente ventoso e hiperárido, pero fue húmeda y rica en agua a comienzos y mediados del Holoceno, hace unos 10.000 hasta unos 4.600 años. Allí hay restos de animales que indican que la vida era abundante y multitud de restos arqueológicos que muestran que había muchos yacimientos humanos.
En esta ocasión, un equipo de investigadores dirigidos por Wim Van Neer, del Museo de Historia Natural de Bélgica, y Savino di Lernia, científico de la Universidad de Sapienza en Roma, Italia, se centraron de estudiar las abundancias de los animales que fueron consumidos en cada época.
Cada vez menos peces
Encontraron pruebas de un total de 17.551 animales. El 80 % son peces, sobre todo tilapias y bagres, mientras que el 19 % son mamíferos y el resto aves, reptiles, moluscos y anfibios.
Los análisis han mostrado que la proporción de peces consumidos fue disminuyendo con el tiempo, pasando de ser el 90 % de los animales que se comían hace 10.200 a 10.800 años hasta descender a un 40 %, hace 5.900-4.650. Esto sugiere que la dieta fue centrándose en la caza y la ganadería poco a poco, a medida que los ecosistemas acuáticos iban retrocediendo en el Sahara.
Curiosamente, también han observado que los bagres se siguieron consumiendo durante más tiempo, y han sugerido que es porque éstos tienen capacidad de respirar aire fuera del agua y de sobrevivir más tiempo en aguas calientes y superficiales.
«Este estudio revela la antigua red hidrográfica del Sahara y su interconexión con el Nilo», han explicado los autores. «Nos aporta información crucial sobre los drásticos cambios climáticos que llevaron a la formación del mayor desierto cálido del mundo».
Fuente: Phys.org/ABC.es.