Conoce el idioma con el que se comunicaban los dioses que bajaron de Nibiru –
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Sabemos mucho sobre la historia de nuestros dioses creadores los Anunnaki, como por ejemplo la razón de su llegada a la tierra y los motivos por el cual nos crearon a su imagen y semejanza, sin embargo, poco se conoce sobre cuál era el dialecto que empleaban para comunicarse entre sí, asumiendo además que fue el mismo que nuestros antepasados, los primeros humanos, aprendieron. Es imposible no preguntarnos en estos momentos inclusive si aún queda algún rastro de ese idioma materno y si existió alguna influencia divina en nuestra comunicación.
En un inicio tenemos que trasladarnos al antiguo Egipto, donde establecieron las primeras civilizaciones, extrayendo que la jerga original egipcia se entrelaza con las lenguas afroasiáticas, conformada a su vez por el copto, el egipcio demótico y por supuesto el egipcio clásico, tratándose en este caso de unas de los idiomas de los que se tiene registro escrito.
Por su parte, en cuanto a lenguaje hablado, tenemos que irnos a las lenguas asiáticas, específicamente el sánscrito, siendo este de fuente protoaria. Al sánscrito también se le llamó lengua Aria que significa hermoso o noble, se le dió ese nombre debido a que también se empleó cuando las primeras tribus arias se formaron. Hoy en día el sánscrito es uno de los 22 idiomas oficiales de la India, teniendo como conclusión entonces que este idioma tiene más de 10.000 años empleándose y además la respuesta a nuestra pregunta inicial es un gran si, aun hay una parte de nuestra población que emplea nuestro idioma materno.
Pero yéndonos mas allá, es decir, a la propagación de este idioma, no es necesario especificar cuáles países de Asia lo adoptaron, pues fueron casi todos o mejor dicho lo que se conoce como el Cercano Oriente. Pero cuando los protoarios asiáticos emigraron a través del estrecho de Bering toda su simbología se trasladó con ellos, hablamos de rito celestial del solsticio, la cruz svástica dextrógira y levógira, la cruz gamada y las demás ceremonias y simbología propia de su cultura.
Fácilmente entonces se puede concluir que los protoarios asiaticos eran hijos del dios Sol, quien les dió vida y energía, por lo que no es extraño que las demás culturas antiguas como los Mayas, Aztecas, Incas y demás también fueran fieles creyentes del Sol.
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