El suelo de Marte es más alienígena de lo que se pensaba
La complicada tarea de perforar la superficie marciana ha dado sus primeros frutos, aunque no de la manera que se esperaba…
La perforadora de calor a bordo del módulo de aterrizaje InSight de la NASA, tenía la misión de hacer un agujero con una profundidad de hasta 5 metros, utilizando un instrumento mayormente conocido como «el topo». Sin embargo, esto no fue posible porque el dispositivo se quedó atascado a 30 centímetros profundidad, y no se pudo mover durante meses, poco después de haber comenzado la perforación en febrero de 2019.
«Nos rascamos la cabeza durante bastante tiempo tratando de descubrir qué podíamos hacer», dijo hace unos días el gerente de proyectos de InSight, Tom Hoffman, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, durante una presentación en la 22a. Convención de la Sociedad de Marte en Los Ángeles.
El equipo de InSight entonces consideró dos posibilidades para explicar la situación: la primera, que una gran roca había bloqueado su camino; y la segunda, que la pequeña perforadora había perdido la fricción con el suelo del planeta rojo —sin un buen agarre sobre la tierra, el «topo» no puede moverse mucho—.
Teniendo lo anterior en cuenta, la semana pasada el equipo de InSight logró que el topo se moviera unos centímetros más utilizando una técnica de «fijación», es decir presionando la pala de tierra del módulo de aterrizaje contra el topo para crear fricción. El resultado de este procedimiento mostró que la hipótesis número dos probablemente era la correcta, dando algo de esperanza a los investigadores de que eventualmente se podrá perforar a la profundidad planeada.
Pero aún si no se lograra el objetivo, el topo le habrá enseñado al equipo responsable por él algo muy interesante sobre Marte. Por ejemplo, a diferencia de los agujeros excavados aquí en la Tierra, el excavado por el topo «no tiene ningún borde de tierra en su orilla», dijo Hoffman.
«¿A dónde se fue la tierra?», se preguntó. «Básicamente, la perforadora impactó de nuevo contra el suelo, el cual parece ser muy cohesivo, a pesar de ser tan polvoriento».
Estas características sugieren que la tierra de Marte es alienígena en más de un sentido, tal como lo indica el propio Hoffman: «Las propiedades del suelo son muy diferentes a cualquier cosa que hayamos visto en la Tierra, lo que ya es un resultado muy interesante».
Los miembros del equipo de la misión InSight están estudiando el interior de Marte como nunca antes, ayudando a los científicos a crear un mapa 3D detallado del planeta desde la corteza hasta el núcleo. Este trabajo revelará mucho sobre cómo se forman y evolucionan los planetas rocosos.
Además de la perforadora, otro de los instrumentos importantes de InSight son sus sismómetros supersensitivos, conocidos en conjunto como SEIS (Seismic Experiment for Interior Structure).
SEIS ya ha detectado 150 eventos sísmicos, 23 de los cuales son definitivamente martemotos. Aunque solo 3 de estos últimos tuvieron una magnitud mayor la 3 (escala de Ritcher) de los terremotos que se producen en nuestro planeta.
«Una gran cantidad de martemotos, aunque no del tipo sustancial que uno esperaría», aclaró Hoffman.
La mayoría de los terremotos son causados por el movimiento de las placas tectónicas que componen la corteza planetaria. Sin embargo, Marte no parece tener estas placas, por lo que sus sismos —al igual que los de la Luna— serían el resultado de un continuo enfriamiento y contracción de la roca, algo que causa estrés que eventualmente llega a la corteza.
Fuente: Space.com.