Profecias

PROFECIAS

Una profecía es, en la primera acepción del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, un «don sobrenatural que consiste en conocer por inspiración divina las cosas distantes o futuras»

Por el contrario, la mayoría de las acepciones del citado diccionario referidas a la palabra profecía. Señalan que se trataría de un «don sobrenatural». Es decir, que sería «inspirada por Dios».

Así, se sitúa a las profecías mayormente en el ámbito de la fe. Sin ligarlas necesariamente a un razonamiento en la previsión del resultado predicho.

En grados diversos y formas variables, las religiones de la antigüedad hicieron referencia a hombres «inspirados». Que afirmaban hablar en nombre de su dios.

Pero en las grandes religiones monoteístas:judaísmo,cristianismo, islam.

las manifestaciones extraordinarias nunca constituyen lo esencial en los profetas. Que se distinguen claramente de otros exaltados o simuladores. Por tener simplemente carácter de mensajeros.

Las profecías eran, pues, consideradas simples indicadores del designio de Dios.

Hasta la fecha, más allá de las evidencias científicas que puedan o no resultar suficientes para unos u otros. Muchos seguidores de estas grandes religiones históricas afirman que. En buena medida, las profecías de sus libros sagrados se han cumplido.

El mundo de las predicciones del futuro tiene en Nostradamus un referente sin parangón. Hoy en día, sus profecías, deliberadamente escritas en un lenguaje críptico, dejan espacio a la inquietud por el porvenir.

En gran parte, sus augurios son hijos del tiempo convulso que le tocó vivir. A lo largo del siglo XVI, las guerras de religión, las enfermedades y las hambrunas azotaron casi constantemente a los habitantes de Europa, y por ese motivo marcaron los escritos de Nostradamus.

En realidad se llamaba Michel de Notredame, pero latinizó su nombre para investirse con la autoridad de los autores clásicos.

Pero no nació con ese apodo, en realidad la latinización de su apellido. Se llamaba Michel de Notredame, y vino al mundo el 14 de diciembre de 1503 en la Provenza francesa. Era hijo de un notario, lo cual le dio capacidad económica para estudiar en Aviñón la Biblia y los primeros rudimentos de alquimia y astrología.