MISTERIO

Jane Goodall: «La humanidad está condenada si no cambia luego de esta pandemia»


La pérdida de hábitats naturales, las granjas industriales y el comercio de animales silvestres, podrían formar el caldo de cultivo ideal para la próxima gran pandemia.

Jane Goodall.

La famosa primatóloga, etóloga, antropóloga y mensajera de la paz de la ONU, dice que la humanidad «debe cambiar drásticamente su dieta» y el tratamiento hacia los animales silvestres y de granja si es que quiere evitar futuras pandemias luego que pase la de COVID-19.

«Nuestra falta de respeto hacia los animales ha creado esta situación donde  la enfermedad puede desbordarse para infectar seres humanos», dijo Jane Goodall en un evento online presentado por el grupo de campaña Compassion in World Farming, según reporta The Guardian. «Si no hacemos las cosas de manera diferente, estamos acabados. No podemos seguir mucho tiempo así».

Goodall señaló que la destrucción de los hábitats, el tráfico ilegal de animales y su consumo, y las granjas industriales, son prácticas riesgosas que podrían alimentar la próxima pandemia. De hecho, estas prácticas han desatado brotes infecciosos en el pasado.

Intercambio de virus

La pérdida de los hábitats, causada principalmente por la deforestación, conduce a los animales hacia nuevos ambientes más cercanos a los humanos. «Independientemente de si los humanos van a los bosques tropicales o si los animales vienen a los asentamientos humanos debido a la deforestación, los virus están siendo intercambiados», explica Rajan Patil, profesor asociado de epidemiología en el Instituto SRM de Ciencia y Tecnología en Chennai, India.

Área deforestada en Indonesia debido a la demanda de aceite de palma.

Por ejemplo, el equipo de investigación de Patil halló que varios brotes infecciosos de Nipah y Hendra estaban relacionados con murciélagos frugívoros que se acercaron a los asentamientos humanos ante la destrucción de su hábitat natural, de acuerdo a un reporte de 2018 publicado en la revista Annals of Tropical Medicine and Public Health.

Mercados mojados

En algunos países asiáticos, se llama generalmente mercado mojado a un mercado de comida al aire libre.​ El nombre procede de la costumbre de mojar y limpiar rutinariamente los suelos con agua, hasta el extremo de inundarlos.

Según declaró Goodall ante el periódico Mongalay, estos sitios también son focos de transmisión entre animales y personas, algo que ha sido fuertemente sugerido como origen de la actual pandemia de COVID-19, que podría haber salido de un mercado mojado de Wuhan.

Sin embargo, datos más recientes apuntan a que el brote no surgió en este tipo de mercados, sino que el virus comenzó a circular en otro lado y meses antes de lo que pensaba, tal como publicó recientemente el portal Live Science.

Oficial de policiía custodia una entrada al mercado mojado de Wuhan, donde se dice comenzó la pandemia. Energo 24, 2020. Crédito: © HECTOR RETAMAL/AFP.

Sea donde sea que haya emergido por primera vez la cepa COVID-19, los mercados mojados proveen «un ambiente perfecto para que los virus se vuelquen de sus anfitriones animales hacia los humanos, dado que ambos están expuestos a las heces, orina, sangre y fluidos corporales de muchas especies en un solo lugar», escribe Goodall. «Es de suma importancia que se prohíba permanentemente la crianza para alimento, consumo y comercio de animales silvestres».

«Pero hacerlo sostenible también requiere que nuevas fuentes de ingresos sean establecidas para aquellos que dependen de estas actividades para su sustento», agrega.

Imagen actual de un mercado mojado en Filipinas.

Más importante, «no es solo en China que los mercados mojados proveen la condición ideal para que los virus y otros patógenos crucen la barrera entre especies», continúa. «Muchos existen en países asiáticos más allá de China, como así también en África y Latinoamérica. Es más, la venta de carne de animales silvestres pudo ser la responsable por iniciar los brotes de VIH en África».

Los animales en los mercados mojados también pueden ser vendidos ilegalmente como mascotas, o por su pelaje o por uso en medicinas tradicionales.

Este gráfico muestra cómo puede propagarse de animales a humanos el virus de la enfermedad de la selva de Kyasanur (KFD). Cerca de 9.000 personas fueron afectadas en el área de Ghats occidentales. Crédito: Centre for Disease Control, USA.

«El uso de algunos productos de animales para la medicina tradicional es todavía legal en China (a pesar que el cuerno de rinoceronte y huesos de tigre están prohibidos)», señala la primatóloga. «La práctica de criar osos pardos y osos malayos por su bilis también sigue siendo legal y podría contribuir a la propagación de enfermedades».

Los osos criados por su bilis a menudo son mantenidos en pequeñas jaulas, expuestos a una variedad de contaminantes, en pobres condiciones higiénicas, y aplicándoles grandes dosis de antibióticos que pueden generar a la larga superbacterias altamente resistentes a las drogas. Y los mismos estándares de cuidado pueden ser vistos en las granjas industriales, donde nacieron la «gripe porcina» y la «gripe aviar».

«Una de las lecciones que aprendimos de esta crisis es que debemos cambiar nuestras maneras. Los científicos advierten que, para evitar futuras crisis, debemos cambiar drásticamente nuestras dietas y movernos hacia alimentos ricos en vegetales. Por el bien de los animales, el planeta y la salud de nuestros niños», concluye Goodall.

Fuente: Live Science.





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